Poniendo fin a sus preocupaciones financieras

Poniendo fin a sus preocupaciones financieras

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Los E.U.A. son la nación más endeudada que ha tenido el mundo en toda la historia. La deuda per capita de los que están en el Reino Unido está entre las más altas de todos los tiempos. La Eurozona tiene conflictos entre sus miembros, además sus propios problemas de deuda. Los de Asia y Sur América parecen haber visto los estándares de vida mejorar generalmente, pero existe gran aprehensión. Ha habido ganancias en algunas partes de África y del Medio Oriente, pero también grandes peligros.

En lugar de ocuparse de las finanzas nacionales e internacionales (lo que yo tiendo a enviar por correo muy a menudo), este correo consistirá principalmente en citas del finado Herbert W. Armstrong acerca de las finanzas personales desde una perspectiva bíblica. De cualquier forma, aquí está algo de lo que él escribió:

Poniendo fin a sus
PROBLEMAS FINANCIEROS

por Herbert W. Armstrong
© Copyright 1959

¿Qué es lo que a USTED más le preocupa? ¿Es la amenaza de la GUERRA con bombas de hidrógeno que pueden borrar toda la vida humana de este planeta? ¿Es la carrera para conquistar el ESPACIO? LA MAYORÍA no están preocupados acerca de estos asuntos sino acerca de pagar sus cuentas. PIENSE EN ELLO! En las naciones industriales cerca del 25% de los padres está “transplantando” a sus hijos para que ambos padres puedan trabajar! ¿POR QUÉ la mayoría de las familias experimentan semejante desesperada preocupación financiera? ¿POR QUÉ semejante preocupación y esfuerzo para LLEGAR HASTA EL FIN DEL MES?

Las preocupaciones financieras parecen plagarnos a todos! ESTO NO TIENE SENTIDO!

Cuando usted se detiene a pensar en ello, nunca en la historia de este mundo hubo naciones más ricas que las naciones de habla inglesa y las naciones occidentales europeas hoy! Nuestros pueblos poseen más recursos desarrollados y riqueza nacional de la que ningún otro pueblo ha tenido.

Sin embargo casi todos nosotros estamos comprometidos en una constante BATALLA para llegar hasta el fin del mes. Las preocupaciones financieras parecen constantemente caer sobre nosotros –robándonos la felicidad y el gozo reales! ¿POR QUÉ DEBERÍA SER ASÍ?

Hay una razón! Usted PUEDE SER LIBRE de preocupaciones financieras!

Lo que la mayoría de la gente no sabe

Con toda seguridad, hay algo que usted no sabe acerca de sus ingresos. Si hay algo que los hombres aman con verdadero celo, es el dinero que ganan. Generalmente trabajan duro para obtenerlo y quieren tener plena liberta para decidir ellos mismos lo que van a hacer con él.

“Lo que yo gano es MÍO; puedo hacer con ello lo que me plazca”, dicen.

Pero…¿Es realmente nuestro el dinero que ganamos? No estemos tan seguros. Examinemos algunos hechos que hasta ahora probablemente no habían sido de su conocimiento, apreciado lector.

Lo que nosotros ganamos, ¡No nos pertenece!

Se equivoca la persona que dice: “Lo que yo haga con el dinero que gano por mi propio esfuerzo no es asunto de nadie. Yo lo produje y a me pertenece”.

Lo que ganamos mediante nuestro trabajo o inversiones no es nuestro…ni siquiera la más mínima porción de ello. Es decir, no viene a ser nuestro hasta que…

Y precisamente esto es lo que la mayoría de las personas ignoran acerca de sus ingresos.

Hay dos reclamaciones previas que gravitan sobre los ingresos: Una, por supuesto, son los impuestos.

Los gobiernos humanos, en virtud de leyes hechas por hombres, pueden sustraer hasta un 25 por ciento o más de nuestros ingresos…¡Y gran parte de eso lo malgastan! Jesucristo dijo: “Dad a César lo que es de César” (Marcos 12: 17). Los gobiernos, por tanto, hacen valer un derecho PREVIO sobre nuestros ingresos; y en algunos países, si uno es asalariado, el gobierno toma su parte aun antes de que el empleado reciba la suya.

Sin embargo, hay una reclamación que es anterior a la del gobierno. Por extraño que parezca, hay un poder activo y viviente que lo reclama todo:cada peseta, cada peso, cada dólar o franco que recibimos.

¿Acaso no lo ganamos nosotros? ¿No lo producimos nosotros? ¡No precisamente! Todo lo que es producido, incluyendo el dinero y todo lo que éste puede proporcionar, proviene de la tierra.¡Nosotros no produjimos la tierra! Fue Dios quien la creó. El hombre simplemente aplica a la creación, de la cual Dios es dueño, una cierta energía en forma de acciones e ideas. Y aun esa energía que emplea fue creada por Dios, al igual que los procesos de su mente. El no solamente creó en el principio sino que aún sustenta su creación, incluyendo todas las fuerzas y energías que en ella hay.

Así, pues, es la LABOR DE DIOS, quien creó y sustenta su creación, lo que en realidad produce todo. El Eterno tiene un derecho sobre lo que nosotros CREEMOS haber producido, y es un derecho válido, pues es ANTERIOR al nuestro.

El salmista dice: “Del Eterno es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos” (Salmos 24: 1-2). Estas palabras inspiradas son repetidas en 1 Corintios 10: 26.

“Todo lo que hay debajo del cielo es MÍO”, afirma el Omnipotente Dios (Job 41: 11).

“He aquí, del Eterno tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella” (Deuteronomio 10: 14). “MÍA es toda la tierra” (Éxodo 19: 5).

“Si yo tuviese hambre”, dice el Creador (Salmos 50: 12), “no te lo diría a ti; porque MÍO es el mundo y su plenitud”. “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados” (versículo 10).

Sí, también el dinero, aun el oro y la plata: “MÍA es la plata, y MÍO es el oro, dice el ETERNO de los ejércitos” (Hageo 2: 8).

¿Se atreve hombre alguno a desmentir las reclamaciones de Dios? De hecho, por estas mismas palabras de Dios todos seremos juzgados. Si alguien se niega a reconocer este derecho previo, en el juicio la sentencia será pronunciada en su contra. ¡La reclamación de Dios es INMUTABLE! Debemos reconocer que nuestros ingresos PERTENECEN AL CREADOR. Son de Él y Él puede disponer de ellos a su entera voluntad.

La ley divina regula nuestros ingresos

Dios es un Dios de amor. Él conoce nuestras necesidades; se interesa y se preocupa por nosotros. No es egoísta sino que vela por nuestros intereses y bienestar. Por tanto, ha creado una LEY para regular aquella porción de LOS BIENES DE ÉL a la que hemos aplicado nuestro trabajo, nuestros esfuerzos y nuestras ideas.

¡Entendámoslo! Nuestra paga, nuestro salario, nuestras ganancias, nuestros ingresos PERTENECEN A Dios, no a nosotros. Usted probablemente nunca lo había visto desde este punto de vista. Tal vez le parezca una nueva idea. Pero no es una idea, ¡es un hecho!

DIOS ES DUEÑO DE TODO AQUELLO EN QUE TRABAJAMOS Y QUE AYUDAMOS A PRODUCIR. No podríamos producir nada sin la materia que Dios creó, sin hacer uso de las leyes, las fuerzas y las energías que Él puso en vigor y que aún sustenta.

Por tanto, DIOS TIENE DERECHO a tomar y disponer A SU ENTERA VOLUNTAD aun de lo que consideramos nuestro salario. ÉL ES DUEÑO DE TODO. Nada nos pertenece a nosotros. Así pues, siendo Dios el DUEÑO legítimo de nuestros ingresos, HIZO UNA LEY respecto al uso y la distribución de los mismos. En virtud de ser el Creador y Sustentador de la Tierra y de todo cuanto en ella hay, Dios es el REGENTE y el LEGISLADOR SUPREMO.

La LEY de Dios tocante a lo que ganamos es, en realidad, un TRATO que ÉL hace con nosotros. Él nos permite trabajar en LA TIERRA DE SU PROPIEDAD, utilizar una parte de ésta o lo que hay en ella, así como las fuerzas y energías creadas. Podemos extraer del suelo comestibles, minerales, metales, maderas, petróleo,carbón, et., o bien elaborar lo que otros han extraído de la tierra; luego podemos hacer manufacturas, distribuirlas, invertir, comprar y vender, etc., a cambio de algo. Y así, resulta que TRABAJAMOS EN SOCIEDAD CON DIOS.

El agricultor puede sembrar la semilla, labrar la tierra y laborar para hacer crecer los alimentos. Pero,¿QUIÉN proporcionó la TIERRA? ¿QUIÉN creó los procesos de vida que hacen germinar la semilla? ¿Quién hace que las plantas absorban minerales y vitaminas del suelo y que crezcan hasta dar legumbres, granos o frutas? ¿Acaso logra el hombre esta parte del crecimiento de los productos con que se alimenta?

Cuando nos detenemos a considerar estas cosas, vemos que el Creador suministra aproximadamente el 90 por ciento de todo lo que el hombre produce. Y las ideas del hombre, sus planes y su trabajo suplen solamente alrededor del 10 por ciento. Sin embargo, Dios no se adjudica el 90 por ciento de los ingresos o ganancias; ni siquiera se toma un 80, un 70 ni un 20 por ciento. Dios es GENEROSO. Se reserva para su uso apenas una décima parte de lo que se produce o se extrae de su tierra mediante la energía y las fuerzas que ÉL creó.

Dios toma solamente UNA décima parte. Y ha decretado que después de que hayamos PAGADO a sus representantes escogidos esa décima que le corresponde a Él, entonces -Y NO ANTES- las otras NUEVE décimas pasan a ser legalmente NUESTRAS.

¡ESTA ES LA LEY DE DIOS! Ni un céntimo de lo que ganamos o producimos es nuestro. TODO pertenece a Dios para que Él haga con ello lo que mejor le parezca. Empero, por ley, Dios ha ordenado que después de que paguemos con toda honradez la décima parte que Él requiere para uso suyo, nos sean otorgadas las nueve décimas restantes. Entonces podemos reclamar nuestra legítima posesión sobre esas nueve décimas. A partir de entonces son NUESTRAS para que las empleemos como mejor nos convenga.

Cuando pensamos seriamente, considerando la ABUNDANCIA que Dios nos provee, caemos en cuenta de la inmensidad de su AMOR, de su GENEROSIDAD y de la solicitud con que procura siempre nuestro bienestar.

Cómo tener más

Pero esto es solamente parte de la historia.

¿Para qué quiere Dios esa primera décima de nuestros ingresos? ¿En qué la utiliza? Él requiere esa pequeña fracción de lo que se produce o extrae de su tierra para diseminar entre las naciones SU MENSAJE ACERCA DEL CAMINO DE VIDA que les dará gozo, éxito y VIDA ETERNA.

Sí, aún esa décima que el Eterno retiene para su uso, la emplea en BIEN DE LA HUMANIDAD: Para proclamar el EVANGELIO de paz, de felicidad, de gozo y de salvación, para que el mundo se entere de que Dios puede sanar toda enfermedad, librar al hombre de todas sus dificultades, proveer a todas sus necesidades y, finalmente, ¡otorgarle vida eterna! (Usted puede hacer click para seguir al resto del artículo: Poniendo fin a sus PROBLEMAS FINANCIEROS).

Yo simplemente agregaría que Dios es fiel y que uno puede vivir en esta era como un pagador de diezmos. El mundo pasará, pero las palabras de Dios no (cf. Mateo 24: 35).

Posted in Enseñanzas, Letters to the Brethren
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