Iglesia de Dios o Iglesia de Roma: ¿De qué se dan cuenta los eruditos acerca de la real historia de la Iglesia?

Iglesia de Dios o Iglesia de Roma: ¿De qué se dan cuenta los eruditos acerca de la real historia de la Iglesia?

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COGwriter

¿Fue la primera Iglesia cristiana conducida por un pontífice desde Roma?

Si el apóstol Pedro era el líder primario de la original Iglesia de Dios cristiana, entonces ¿Fue Lino su sucesor o tendría más sentido que lo fuera el apóstol Juan?

Muchos se sorprenderían de lo que admiten los eruditos Católicos Romanos y enseñan acerca de la historia de la primera iglesia.

La Iglesia de Roma enseña,

…que Pedro fundó la Iglesia de Antioquía, lo indica el hecho de que él trabajó allí por un largo período, y también quizás que él moró allí hacia el fin de su vida… Es también probable que Pedro prosiguiera sus labores apostólicas en varios distritos de Asia Menor pues escasamente puede suponerse que todo el período entre su liberación de la prisión y el Concilio de los Apóstoles lo hubiera pasado ininterrumpidamente en una sola ciudad, fuera en Antioquia, Roma, o en otra parte… Pedro retornó ocasionalmente a la Iglesia Cristiana original de Jerusalén… La fecha de la muerte de Pedro no está de esta manera todavía decidida; el período entre julio, 64 (desencadenamiento de la persecución de Nerón), y el comienzo del 68 (Kirsh J.P. Transcribed by Gerard Haffner. St. Peter, Prince of the Apostles. The Catholic Encyclopedia, Volume XI. Copyright © 1911 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by Kevin Knight. Nihil Obstat, February 1, 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

No está bíblicamente claro que Pedro fundara la iglesia en Antioquiá (Esteban o Barnabas parecen más probables, ver Hechos 11: 19-22), pero él probablemente pasó mucho tiempo allí en Antioquía (Gálatas 2: 11). No obstante está claro incluso desde la historia Católica que Pedro pasó poco tiempo en Roma y de esta manera no fijó allí su residencia. Incluso si bien algunos eruditos como J.P Kirsch creen que Pedro fue a Roma, en La Enciclopedia Católica, incluso él admite esto acerca de Pedro,

…nosotros no poseemos información precisa respecto de los detalles de su viaje a Roma (Kirsch J.P. Transcribed by Gerard Haffner. St. Peter, Prince of the Apostles. The Catholic Encyclopedia, Volume XI. Copyright © 1911 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, February 1, 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Ninguna información precisa significa que la Iglesia de Roma se ha apoyado esencialmente en relatos, casi todos los cuales fueron escritos más de 100 años después de la muerte de Pedro, que dicen que él estuvo en Roma y/o que murió en Roma. Esto es especialmente verdad porque los relatos bíblicos nunca especifican a Roma y aquellos que especifican localizaciones de Pedro apuntan a Asia Menor y Jerusalén.

Hipólito, considerado por los eruditos Católicos Romanos, como uno de sus más grandes primeros teólogos, escribió:

Pedro predicó el Evangelio en Pontus, y en Galacia, y en Capadocia, y en Betania y en Italia y en Asia. (Hippolytus. On the Twelve Apostles Where Each of Them Preached, and Where He Met His End. Excerpted from Ante-Nicene Fathers, Volume 5. Edited by Alexander Roberts & James Donaldson. American Edition, 1886. Online Edition Copyright © 2005 by K. Knight).

De esta forma estos relatos Romanos sugieren que Pedro podría no haber estado en Roma por mucho tiempo (y la evidencia bíblica, Hechos 3: 1-11; 4: 13; 8: 14; Gálatas 2: 9, sugiere que él estaba a menudo con el apóstol Juan). Una lectura cuidadosa de 2 Pedro 1: 14-18 y Mateo 17: 1-5 indica que Pedro estaba co Santiago o Juan justo antes de morir. No obstante, puesto que Santiago murió en Judea (Hechos 12: 1) para el 39 D.C. y no hay evidencia de que Juan estuviera en Roma antes de 90 D.C., esto sugeriría que Pedro NO estaba en Roma cuando él escribió que “el dejar mi frágil morada está cerca” (2 Pedro 1: 14, RNT) –para más información sobre la muerte y entierro de Pedro, incluyendo información de eruditos Católicos (tales como Antonio Ferrúa quien está acreditado por encontrar el cuerpo de Pedro, pero posteriormente afirmó que él no creía que él encontrara a Pedro), vea el artículo El Apóstol Pedro.

De esta forma la declaración “La primera historia cristiana nos dice que antes de su muerte él fijó su residencia en Roma” parece bíblica e históricamente falsa.

De manera interesante, cuando personalmente se ocupaba del liderazgo para los cristianos que vivían en Roma, Pablo nunca mencionó a Pedro a ninguno que después fuera llamado obispo de Roma, incluso si bien él hizo la lista de al menos otros 27 (ver Romanos 16).

El artículo de La Enciclopedia Católica acerca de la Epístola a los romanos menciona esto acerca de que Pablo no mencione a Pedro:

El completo silencio con respecto a San Pedro es más fácilmente explicado suponiendo que él estaba ausente entonces de Roma. Pablo puede muy bien haber estado consciente de este hecho, pues la comunidad no le era enteramente extraña a él. Una epístola como la presente difícilmente habría sido enviada mientras el Príncipe de los Apóstoles estuviera en Roma y la referencia al gobernador (xii, ocho) sería entonces difícil de explicar. Pablo probablemente supone que durante los meses entre la composición y la llegada de la Epístola, la comunidad estaría más o menos librada a sus propios recursos. (Merk A. Transcribed by W.G. Kofron. Epistle to the Romans. The Catholic Encyclopedia, Volume XIII. Copyright © 1912 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, February 1, 1912. Remy Lafort, D.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Otra explicación es que Pedro simplemente no estuvo en Roma lo suficiente como para que Pablo o cualquier otro escritor temprano considerara que Pedro era realmente el obispo de Roma.

Note que toma MESES desde cuando Pablo podría haber escrito la epístola y que ella llegara a Roma. ¿Cómo podía Pablo haber posiblemente asumido que Pedro no estaba en Roma entonces y no estaría en ella por meses? Sólo porque él sabía que Pedro no era algún tipo de obispo de Roma! Porque si Pedro fuera el obispo de Roma, Pablo se habría referido más probablemente a él o a su ausencia en la epístola, puesto que en algún tiempo él habría esperado que Pablo la leyera en Roma. Pero esto nunca ocurrió. Puesto que se cree que “Romanos fue escrito probablemente en el otoño de 57 D.C.” (The Nelson Study Bible, New King James Version. Thomas Nelson Publishers, Nashville, 1997, p. 1876), es más probable que Pedro no hubiera siquiera estado en Roma (puesto que hasta al menos 54 D.C. él tuvo encuentros en Jerusalén –ver abajo).

Eamon Duffy, un erudito Católico y miembro de la Comisión Histórica Pontificia, observó:

La epístola de Pablo a los Romanos fue escrita antes de que él o Pedro pusiera siquiera pie en Roma, a una comunidad cristiana ya en existencia. (Duffy, Eamon. Saints & Sinners: A History of the Popes. Yale University Press, New Haven (CT), 2002, p.8).

Algunos eruditos Católicos modernos han admitido que Pedro y los demás apóstoles no fueron obispos, y podían no haber tomado residencia en ninguna ciudad:

Un “obispo” es un pastor residencial quien preside en una manera estable sobre la iglesia en una ciudad y sus alrededores. Los apóstoles eran misioneros y fundadores de iglesias; no hay evidencia ni es probable en absoluto, que ninguno de ellos tomara residencia permanente en una particular iglesia como su obispo. (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 14).

Las mencionadas citas Católicas muestran que la Iglesia de Roma reconoce que Pedro laboró largo en Asia Menor (por lo tanto, él no podía verdaderamente haber sido el obispo de Roma entonces puesto que ellos están completamente aparte –normalmente tomaba MESES viajar desde Roma hasta Asia Menor en aquellos días, además no había teléfonos ni formas rápidas de comunicación), tendía a retornar a Jerusalén (que está cerca de Asia Menor), pasó poco tiempo en Roma, no podía haber sido el obispo de ninguna ciudad, y que no hay detalles precisos de nada que Pedro hiciera en Roma. Aunque es posible que Pedro visitara e incluso muriera en Roma (y esto ha sido discutido por algunos eruditos), eso por sí mismo no parecería ser una razón para que la ciudad de Roma tuviera que ser el lugar para la sede central de la verdadera iglesia.

Tampoco hay ningún conocido documento temprano que afirme que a su muerte Pedro cediera la cathedra a nadie (recuerde que Jesús mismo murió en Jerusalén, y la importancia de Su muerte para la Iglesia es más significativa que la de Pedro). Cuando Jesús discutió las llaves del reino (Mateo 16) con Pedro, esto fue en el área de Jerusalén. Cuando el Espíritu Santo fue dado en Hechos 2, esto fue en Jerusalén. Posteriormente, Pedro y los otros apóstoles pasaron una gran parte de tiempo en Asia Menor.

Adicionalmente, Roma estaba en un área gentil, no llena de israelitas circuncisos.

¿Quién enseña la Biblia que tenía esa responsabilidad? Mire lo que Pablo escribió:

7 Más bien, al contrario, cuando vieron que me había sido confiado el evangelio para la incircuncisión igual que a Pedro para la circuncisión 8 —porque el que actuó en Pedro para hacerle apóstol de la circuncisión actuó también en mí para hacerme apóstol a favor de los gentiles—, (Gálatas 2: 7-8)

De esta manera no parece que Pedro fuera considerado ser el obispo de Roma durante el tiempo de vida de Pablo (y ellos ambos murieron casi al mismo tiempo) puesto que Roma era claramente un área Gentil. Si Pedro, y él solo, tenía las llaves, el hecho de que, de acuerdo a La Enciclopedia Católica “Pedro prosiguió sus labores apostólicas en varios distritos de Asia Menor” muestra que PEDRO NO PODÍA HABER SIDO EL OBISPO DE ROMA POR MUCHO DEL TIEMPO QUE ÉL “TUVO LAS LLAVES”! ES UN HECHO ABSOLUTO QUE PEDRO NO ERA EL OBISPO DE ROMA COMENZANDO CON EL PRINCIPIO DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO que empezó en el [día] de Pentecostés después de que Jesús fue resucitado (Hechos 1-2). NI PODÍA PEDRO HABER POSIBLEMENTE SIDO OBISPO DE ROMA POR MUCHO DE LOS MÁS DE TREINTA AÑOS DESPUÉS DE ESE TIEMPO PUESTO QUE ÉL VIAJÓ DENTRO DE ASIA MENOR Y A JERUSALÉN REPETIDAMENTE.

Roma simplemente no está lo suficientemente cerca de Asia Menor o de Jerusalén para que Pedro hubiera estado basado fuera de Roma. De esta manera Antioquía u otras regiones dentro de Asia Menor parecerían haber sido las principales áreas que Pedro posiblemente podía haber tenido un episcopado. Realmente, el libro de los Gálatas específicamente menciona que Pablo visitó a Pedro en dos ocasiones, y ambos estuvieron en Jerusalén y no en Roma. ¿Por qué? Porque Roma todavía no era la sede principal de la Iglesia en el propio tiempo final de la vida de Pedro. Esto está claramente documentado desde la Biblia.

1 Luego, después de catorce años, subí otra vez a Jerusalén, junto con Bernabé, y llevé conmigo también a Tito.
9 y cuando percibieron la gracia que me había sido dada, Jacobo, Pedro y Juan, quienes tenían reputación de ser columnas, nos dieron a Bernabé y a mí la mano derecha en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión. (Gálatas 2: 1, 9)

¿Qué significa todo esto? De acuerdo a La Enciclopedia Católica,

La conversión de San Pablo no fue antes de 34, ni su escape de Damasco y su primera visita a Jerusalén, antes del 37 (San Pablo, Enciclopedia Católica, 1911).

De esta forma la fecha más temprana posible para que Pablo hubiera hecho su segunda visita registrada a Jerusalén con Pedro sería 54 D.C. (3 años más 17 más 34 D.C. y ella puede haber sido más tarde, como 57 D.C.). Y desde allí, Pedro le dijo a Pablo que fuera a los Gentiles de nuevo. Por lo tanto Pedro no podía haberse convertido en el Apóstol de los Gentiles en Rooma hasta mucho después (si es que lo fue!) De manera interesante, La Enciclopedia Católica admite,

Es comparativamente raro que los Padres, cuando hablan de los poderes de las llaves, hagan alguna referencia a la supremacía de San Pedro (Joyce G.H. Transcribed by Robert B. Olson. Power of the Keys. The Catholic Encyclopedia, Volume VIII. Copyright © 1910 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, October 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Note también lo siguiente de un sacerdote y erudito Católico:

La concesión del poder de las llaves del reino seguramente sugiere la imposición de una medida de autoridad, dado el simbolismo de las llaves, pero no hay indicación explícita de que la autoridad conferida fuera a significar que iba a ser ejercida sobre otros, mucho menos que fuera a ser de clase absolutamente monárquica… En Hechos, de hecho, Pedro es mostrado consultando con los demás apóstoles e incluso siendo enviado por ellos (8: 14). Él y Juan son retratados actuando como un equipo (3: 11; 4: 1-22; 8: 14). Y Pablo confronta a Pedro por su inconsistencia e hipocresía… Pablo “se oponía a él en su rostro a causa de que él estaba claramente equivocado” (Gálatas 2: 11; ver también 12-14) McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., pp. 30-31).

Note que incluso las tradiciones de los primeros escritores Católicos no enseñaban que a Pedro se le hubiera dado la sola autoridad como anotó el devoto historiador Católico von Dollinger:

De todos los Padres que interpretan estos pasajes (Mateo 16: 18; Juan 21: 17), ni uno solo los aplica a los obispos Romanos como sucesores de Pedro. Cuántos Padres se han ocupado a sí mismos con estos tres textos, sin embargo ninguno de aquellos cuyos comentarios poseemos –Orígenes, Crisóstomo, Hilario, Agustín, Cirilo, Teodoreto, y aquellos cuyas interpretaciones están recolectadas en catenas— ha dejado caer la menor sugerencia de que la primacía de Roma sea la consecuencia de la comisión y promesa dada a Pedro!

Ninguno de ellos ha explicado la roca o fundamento sobre el cual Cristo construiría Su Iglesia como que el oficio dado a Pedro fuera a ser transmitido a sus sucesores, sino que ellos entendían por ello sea al propio Cristo, o a la confesión de fe de Pedro en Cristo; a menudo ambas cosas (Citado en Hunt D.A. Una Mujer cabalga la Bestia. Harvest House Publishers, Eugene (OR) p. 146).

No fue sino hasta muy tarde que los Católicos Romanos decidieron que Pedro fue el primer obispo de Roma:

(254-57) … Esteban parece haber sido el primer papa en haber apelado al clásico texto “tú eres Pedro” en el evangelio de Mateo (16: 18) como la base para la primacía de Roma …Pedro no fue mirado como el primer obispo de Roma hasta el final del siglo segundo o el comienzo del siglo tercero (McBrien, Richard p. Vidas de los Papas: Los Pontífices desde San Pedro hasta Benedicto XVI. Harper, San Francisco, 2005 ed. puesta al día, pp. 27-28).

Por lo tanto, puede ser que la idea de que Pedro fuera el único apóstol a través del cual podría ser trazado el liderazgo de la iglesia y que el mismo debe ser Roma no parece tener mucho soporte al comienzo.

Se requiere entender que tan lejos como en el siglo segundo, tanto Ireneo como Tertuliano enseñaban alguna versión de “sucesión apostólica” que ocurrió en áreas distintas de la de Roma. Adicionalmente, incluso hasta el siglo 21, la Iglesia Católica Romana reconoce la legitimidad de las iglesias de los Ortodoxos Orientales basadas en ciudades tales como Constantinopla, Jerusalén, y Alejandría que fueron fundadas por algún otro distinto del apóstol Pedro (que la tradición afirma fueron fundadas por los apóstoles Andrés, Santiago, y Marcos el escritor del evangelio , respectivamente). Más información puede encontrarse en el artículo ¿Fue Pedro la roca que sólo recibiría las llaves del Reino?

Es importante anotar que siete eruditos Católicos reconocen que no hay prueba de que ninguno fuera realmente considerado ser un opisto de Roma hasta algún tiempo después del siglo segundo. Uno de tales eruditos Católicos, A. Van Hove, escribió esto acerca de los primeros obispos:

  • Esta autoridad superior local, que era de origen apostólico, fue conferida por los apóstoles sobre un obispo monárquico, tal como el término es entendido hoy. Esto está probado primero por el ejemplo de Jerusalén, en donde Santiago, quien no fue uno de los Doce Apóstoles, mantuvo el primer lugar, y después por aquellas comunidades en Asia Menor de las cuales habla Ignacio, y en donde, en el comienzo del siglo segundo existía el episcopado monárquico pues Ignacio no escribe como si la institución fuera nueva.
  • En otras comunidades, es verdad, ninguna mención se hace de un episcopado monárquico hasta la mitad del siglo segundo. (Van Hove A. Transcribed by Matthew Dean. Bishop. The Catholic Encyclopedia, Volume II. Copyright © 1907 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York).

En otras palabras, si bien hubo obispos en Jerusalén y Asia Menor en los siglos primero y segundo, no hay ninguna mención de un episcopado monárquico (un obispado) en otros lugares, como Roma, hasta la mitad del siglo segundo.

Adicionalmente, incluso algunos eruditos Católicos más recientes entienden que el Nuevo Testamento no suministra ninguna prueba para la idea de que uno de los apóstoles escogiera a alguno para ser “obispo de Roma”.

El consenso de los eruditos es que NO hubo una sucesión apostólica de obispos comenzando desde Pedro en Roma. Y note que de acuerdo a los eruditos Católicos Romanos, el primer claro obispo de Roma no lo fue hasta la mitad o segunda mitad del siglo segundo:

SI BIEN LA TRADICIÓN CATÓLICA, COMENZANDO EN el final del siglo segundo y comienzos del siglo tercero, mira a San Pedro como el primer obispo de Roma y, por lo tanto, como el primer papa, no hay evidencia de que Pedro estuviera involucrado en el inicial establecimiento de la comunidad cristiana en Roma (ciertamente, la evidencia que hay parecería apuntar en la dirección opuesta) o que él haya servido como el primer obispo de Roma. No hasta el pontificado de San Pío I en la mitad del siglo segundo (ca. 142-ca. 155) tuvo la Iglesia Romana una estructura monoepiscopal de gobierno (un obispo como líder pastoral de una diócesis). Aquellos que la tradición Católica lista como sucesores inmediatos de Pedro (Lino, Anacleto, Clemente, et al.) no funcionaron como el único obispo de Roma (McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., p.25).

Para comenzar, ciertamente, no había ningún ‘papa’, ni obispo como tal, pues la iglesia en Roma fue lenta en desarrollar el oficio de presbítero jefe u obispo… Clemente no hizo ninguna afirmación por escrita como obispo… No hay forma segura de establecer una fecha por la cual el oficio de obispo gobernante hubiera emergido en Roma… pero el proceso estaba ciertamente completo para el tiempo de Aniceto en la mitad de los años 150s (Duffy, Eamon. Saints & Sinners: A History of the Popes, 2nd ed. Yale University Press, London, 2001, pp. 9, 10,13).

…nosotros tenemos buena razón para concluir que para el tiempo de Aniceto (155-66), la iglesia de Roma estaba siendo conducida por un obispo cuyo papel se asemejaba al de Ignacio o Policarpo (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 143).

Nosotros debemos concluir que el Nuevo Testamento no provee ninguna base para la noción de que antes de que los apóstoles murieran, ellos ordenaran a un hombre para cada una de las iglesias que ellos fundaron… “¿Hubo un Obispo de Roma en el Siglo Primero?…la evidencia disponible indica que la iglesia en Roma fue conducida por un colegio de presbíteros, en lugar de un obispo singular, por al menos algunas décadas del siglo segundo (Sullivan F.A. From Apostles to Bishops: the development of the episcopacy in the early church. Newman Press, Mahwah (NJ), 2001, p. 80,221-222).

Como yo veo el problema y su posible solución, no es una cuestión de sucesión apostólica en el sentido de una cadena histórica de imponer las manos yendo hacia atrás a través de las centurias hasta uno de los apóstoles; esto sería una visión muy mecánica e individualista, por la cual la senda históricamente podría ser difícil de establecer y de probar. La opinión Católica es diferente de semejante aproximación individualista y mecánica. Su punto de partida es el colegio de los apóstoles como un todo; juntos ellos recibieron la promesa de que Jesucristo estaría con ellos hasta el fin del mundo (Mat. 28, 20). Así después de la muerte de los apóstoles históricos ellos tuvieron que cooptar a otros que tomaron sobre sí algunas de sus funciones apostólicas. En este sentido el todo del episcopado permanece en sucesión al todo del colegio de apóstoles. Permanecer en la sucesión apostólica no es un asunto de una cadena histórica individual sino de la membresía colegial a un colegio, que como un todo va hacia atrás hasta los apóstoles compartiendo la misma fe apostólica y la misma misión apostólica (Kasper, Cardinal Walter. Keynote speech from the Conference of the Society for Ecumenical Studies, the St. Alban’s Christian Study Centre and the Hertfordshire Newman Association at St. Alban’s Abbey, Hertfordshire, England, on May 17, 2003).

En marzo, 2006… yo argumenté que unidad, unanimidad y koinimia (comunión) son conceptos fundamentales en el Nuevo Testamento y en la primera Iglesia. Yo argumenté: “Desde el comienzo el oficio episcopal estaba “koinonialmente” o colegiadamente embebido en la comunión de todos los obispos: Él nunca fue percibido como un oficio que fuera entendido o practicado individualmente” Kasper, Cardinal Walter. Cardinal Kasper to Anglican Communion “The Aim of Our Dialogue Has Receded Further”. CANTERBURY, England, JULY 31, 2008 (Zenit.org)).

Ests son admisiones sorprendentes. Estos eruditos Católicos Romanos están esencialmente admitiendo que no hubo ninguna sucesión posible de obispos comenzando con Pedro en Roma, que NO hubo ningún obispo que condujera a toda la cristiandad desde el comienzo, sino que la sucesión de un obispo desde el apóstol Juan a Policarpo ocurrió (y ocurrió probablemente 60 años antes).

Cuando Ignacio escribió sus varias cartas al comienzo del siglo segundo, él se refirió a Policarpo como a un obispo y mencionó obispos en casi todas sus cartas. Sin embargo, en su carta a los Romanos él ni se dirije en ella a ningún líder particular en Roma, ni se refiere tampoco a ninguno como obispo en Roma.

Varios escritos Católicos sostienen que Hegesippus vino a Roma en la mitad del siglo segundo y preguntó acerca de sus primeros líderes. F.A. Sullivan y R.P. McBrien parecen sugerir que aquellos Romanos aparentemente mencionaron nombres de líderes acerca de los cuales ellos habían escuchado (puesto que la mayoría no habría tenido ningún contacto directo con ninguno desde el siglo primero) puesto que no había registros tempranos con nombres. Porque había, en el tiempo de la visita de Hegesippus, un obispo de Roma y había habido largo tiempo obispos en Jerusalén y en Asia Menor, F.A. Sullivan también sugiere que Hegesippus y escritores posteriores asumieron que los primeros líderes Romanos fueron también obispos monárquicos, incluso si bien esto no se considera que hubiera sido probable.

Aunque ciertamente hubo muchos líderes religiosos en Roma, puesto que la real Iglesia Cristiana (de acuerdo a los Católicos y casi todos aquellos que profesan a Cristo) comenzó en Jerusalén en el primer Pentecostés después de la crucifixión de Cristo, es importante darse cuenta de que tanto la Biblia como los Católicos Romanos aprobaron escritos que apoyan la idea de que había verdaderas iglesias en la región a la cual se refiere la Biblia como Asia Menor (casi todas las cuales son ahora parte del país de Turquía).

Cuando el apóstol Juan, por ejemplo, escribió el Libro de Apocalipsi, él era el último de los 12 apóstoles originales que quedaba con vida (y con un apóstol él TAMBIÉN habría sido parte de la fundación de la iglesia como enseña Efesios 2: 19-22). Y él específicamente dirigió Apocalipsis “a las siete iglesias que están en Asia” (Apocalipsis 1: 4), y posteriormente hizo la lista de aquellas siete (vs. 1: 11) todas las cuales estaban en Asia Menor (aquí está un artículo sobre Las Siete Iglesias de Apocalipsis). Él tampoco se dirigió nunca positivamente a la iglesia en Roma en ese o en cualquier otro de sus escritos conocidos (ni, excepto en su relato del evangelio, mencionó nunca a Pedro). Adicionalmente, La Enciclopedia Católica registra esto acerca de Juan:

Juan tuvo una posición prominente en el cuerpo apostólico… el apóstol y evangelista Juan vivió en Asia Menor en las últimas décadas del siglo primero y desde Éfeso habría guiado a las Iglesias de esa provincia (Fonck L. Transcribed by Michael Little. St. John the Evangelist. The Catholic Encyclopedia, Volume VIII Copyright © 1910 by Robert Appleton Company Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight Nihil Obstat, October 1, 1910. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Pero no hay ninguna razón escritural para pensar que Juan sólo considerara que las iglesias en Asia Menor estaban bajo su liderazgo. Realmente, en una de sus últimas cartas, Juan también escribió “A la señora elegida y a sus hijos” (2 Juan 1) –que parece ser una referencia a toda la Iglesia (ver también Apocalipsis 12: 17). Por lo tanto él sentía que él tenía una posición de liderazgo relacionada con toda la Iglesia, no sólo con aquellos en Asia Menor.

Esto también parece estar confirmado por esta cita que registra Eusebio:

Tomen y lean el relato que rima como sigue: “Escuchen una fábula, que no es meramente una fábula, sino una narrativa concerniente a Juan el apóstol, que ha sido entregada y guardada en la memoria. Pues cuando, después de la muerte del tirano, él retornó de la isla de Patmos a Éfeso, él siguió por invitación suya a los territorios vecinos de los Gentiles, para escoger obispos en algunos lugares, en otros lugares para poner el orden en todas las iglesias, en otras partes para escoger para el ministerio a alguno de aquellos que estaban señalados por el Espíritu…” (Eusebius. Church History, Book III, Chapter 23. Translated by the Rev. Arthur Cushman McGiffert. Excerpted from Nicene and Post-Nicene Fathers, Series Two, Volume 1. Edited by Philip Schaff and Henry Wace. American Edition, 1890. Online Edition Copyright © 2004 by K. Knight).

Refiriéndose a los escritos de Ireneo, Eusebio escribe:

Y en el tercer libro de la misma obra él atestigua la misma cosa en las siguientes palabras: “Pero la iglesia en Éfeso también, que fue fundada por Pablo, y en donde Juan permaneció hasta el tiempo de Trajano, como un fiel testigo de la tradición apostólica” (Eusebius. Church History. Translated by the Rev. Arthur Cushman McGiffert. Excerpted from Nicene and Post-Nicene Fathers, Series Two, Volume 1. Edited by Philip Schaff and Henry Wace. American Edition, 1890. Online Edition Copyright © 2004 by K. Knight).

Ahora, Juan sobrevivió grandemente a Pedro y se cree que haya vivido hasta tan tarde como 95-100 D.C. Juan era un apóstol, los primeros líderes de Roma eran sólo presbíteros. La Biblia claramente enseña que los apóstoles estaban primero (1 Corintios 12: 28). Note que incluso los eruditos Católicos Romanos entienden:

A diferencia de Pedro, el papa no es ni un apóstol ni un testigo visual del levantamiento del Señor (McBrien, Richard P. Lives of the Popes: The Pontiffs from St. Peter to Benedict XVI. Harper, San Francisco, 2005 updated ed., p.33).

Puesto que eso es verdad, no tiene sentido que el apóstol Juan estuviera de alguna manera subordinado a Lino, Anacleto, Clemente, y Evaristo, de todos los cuales se ha dicho haber sido pontífices después de que Pedro muriera y mientras Juan todavía estaba vivo.

Lo que es verdad, y lo que tiene sentido, es que Juan tuviera un discípulo llamado Policarpo quien se convirtió en obispo de Esmirna. Aunque Ignacio puede haber tenido preeminencia entretanto, sus escritos claramente aprueban el liderazgo de Policarpo. Policarpo era probablemente de 25-30 años cuando murió Juan. Policarpo mismo vivió hasta que fue martirizado alrededor de 156 D.C. Miremos qué otro más es admitido por el historiador Católico Ireneo acerca de la primera iglesia en Asia Menor, bajo el liderazgo de Policarpo:

Policarpo también fue no sólo instruido por los apóstoles, y convertido con muchos que habían visto a Cristo, sino que fue también escogido, por los apóstoles en Asia, obispo de la Iglesia de Esmirna… siempre enseñó las cosas que él había aprendido de los apóstoles, y que la Iglesia ha entregado, y que sólo son verdad. De aquellas cosas testifican todas las iglesias de Asia, como también lo hacen aquellos hombres que han sucedido a Policarpo (Irenaeus. Adversus Haeres. Book III, Chapter 4, Verse 3 and Chapter 3, Verse 4).

Así nosotros tenemos desde esta fuente Católica Romana que Policarpo y sus sucesores en Asia Menor (al menos hasta el tiempo en que Ireneo escribió esto, alrededor de 180 D.C.) practicaron las verdaderas enseñanzas que ellos aprendieron de los apóstoles (debería anotarse que estas iglesias tenían algunas doctrinas que difieren de aquellas actualmente mantenidas por la Iglesia Romana, algunas de las cuales están documentadas en el artículo Localización de la Primera Iglesia: Otra mirada a Éfeso, Esmirna, y Roma). ESto es también posteriormente confirmado por Tertuliano:

De cualquier modo ls herejías son al menos novelerías, y no tienen continuidad con la enseñanza de Cristo. Quizás algunos herejes pueden hablar de antigüedad apostólica: Nosotros replicamos: Que publiquen los orígenes de sus iglesias y desenrollen el catálogo de sus obispos hasta ahora desde los apóstoles o desde algún obispo escogido por los apóstoles, como los de Esmirna cuentan desde Policarpo y Juan, y los Romanos desde Clemente y Pedro; que los herejes inventen algo que se equipare a esto. (Tertullian. Liber de praescriptione haereticorum. Circa 200 A.D. as cited in Chapman J. Transcribed by Lucy Tobin. Tertullian. The Catholic Encyclopedia, Volume XIV. Copyright © 1912 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, July 1, 1912. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Es probable que Tertuliano estuviera consciente de ancianos en Roma antes de Clemente (puesto que Ireneo escribió antes de él), como también de obispos de Esmirna anteriores a Policarpo, pero lo que Tertuliano sentía [era] que la sucesión apostólica sólo podía haber venido a través de Policarpo (a quién él listó primero) o de Clemente. Debe entenderse que el anterior escrito de Tertuliano, de acuerdo a La Enciclopedia Católica, es uno de los más importantes escritos con respecto a la Iglesia Católica. Específicamente la Iglesia Católica enseña:

Entre los escritos de los Padres, las siguientes son las principales obras que portan la doctrina de la Iglesia: SAN IRENEO, Adv. Hereses in P.G., VII; TERTULIANO, De Prrescriptionibus in P.L… (Joyce G.H. Transcribed by Douglas J. Potter. The Church. The Catholic Encyclopedia, Volume III. Copyright © 1908 by Robert Appleton Company. Online Edition Copyright © 2003 by K. Knight. Nihil Obstat, November 1, 1908. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardinal Farley, Archbishop of New York).

Así los propios Católicos deben reconocer la importancia de estas declaraciones de Tertuliano –había dos iglesias con apropiados reclamos apostólicos en cuanto le concernía a él. Y no sólo Roma –sino una en Asia Menor que había sido conducida por el apóstol Juan a través de Policarpo y sus descendientes.

Aquí está el último video de Youtube de la ContinuingCOG titulado Iglesia de Dios o Iglesia de Roma: ¿Qué admiten los eruditos católicos acerca de la historia de la primera Iglesia?

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