Estatuas de María que lloran: ¿Milagro divino o prodigio engañoso?
COGwriter
Últimamente, yo hice alguna investigación adicional relacionada con las “señales milagrosas” que muchos han dicho están asociadas con estatuas que algunos creen que representan a la madre de Jesús, María.
Hay muchas estatuas que se supone representan a María la madre de Jesús. Muchas están inclinadas hacia adelante, y algunas veces hay informes de que algunas de las estatuas derraman lágrimas o tienen otras señales y prodigios asociados con ellas.
Muchos, dentro del Catolicismo Romano como también algunos de afuera, consideran que estas señales son pruebas milagrosas de que María está presente y que aprueba estas estatuas.
Pero eso no es algo que venga de la Biblia. En lugar de ello, este tipo de cosas viene del paganismo.
Note el siguiente informe:
Fue en este propio personaje que fueron conocidas las necrópolis Etrurias; pues fue de él de quien se dijo que había enseñado a los Romanos los augurios, y toda la superstición y los prodigios juglarescos conectados con ella. Como en tiempos recientes, nosotros escuchamos de imágenes que lloran y de Madonnas que pestañean, e innumerables prodigios más, ocurriendo continuamente en la Iglesia Romana, en prueba de este dogma papal o de aquel, así era también en el sistema de Babilonia. Difícilmente hay una forma de “fraude piadoso” o de santa impostura practicada en este día en las riberas del Tíber, que no pueda ser probada que tuvo su contraparte en las riberas del Éufrates, o en los sistemas que proceden de allí. ¿Ha sido vista la imagen de la Virgen derramando lágrimas? Muchas lágrimas fueron derramadas por las imágenes paganas. A estos ídolos de corazón tierno alude Lucan, cuando, hablando de los prodigios que ocurrieron durante las guerras civiles, dice: –
“Lágrimas derramadas por dioses, patronos de nuestro país, y sudor de Lares, dijeron los problemas de la ciudad.”
Virgilio también se refiere a lo mismo, cuando dice: –
“Las estatuas que lloran predijeron las guerras, y el sudor santo cayó de los ídolos de bronce.”
Cuando en el consulado de Appius Claudius, y Marcus Perpenna, Publius Crassus fue asesinado en una batalla con Aristonicus, la estatua de Apolo en Cumae derramó lágrimas por cuatro días sin intermisión. Los dioses tuvieron también sus estados de ánimo, como también sus ocasiones de llorar. Si Roma habla de un cumplimiento divino porque la sagrada imagen de su Madonna “pestañee”, no fue seguramente menos viniendo de las sagradas imágenes del Paganismo para relajar sus rasgos en una ocasional sonrisa. Que ellos hicieron eso, nosotros tenemos abundante testimonio. Psellus nos dice que, cuando los sacerdotes arrojaron sus polvos mágicos, “entonces las estatuas sonreían, y las lámparas se encendían espontáneamente”. Cuando las imágenes hacían gestos, sin embargo, ellas parecían haber inspirado otros sentimientos que los de alegría en los pechos de aquellos que los vieron. “Los Theurgistas”, dice Salverte, “causaban la aparición de los dioses en el aire, en medio de vapor gaseoso, desentendido del fuego. El Theurgista Máximo indudablemente hacía uso de un secreto análogo a este, cuando, en los humos del incendio que él quemaba ante la estatua de Hecate, la imagen era vista riéndose tan naturalmente que llenaba a los espectadores de terror.” Hubo veces, sin embargo, cuando diferentes sentimientos eran inspirados. Ha sido vista la imagen de la Madonna habiéndose inclinado benignamente sobre un favorecido adorador, para enviarlo a casa con la seguridad de que su oración fue escuchada? Así hacían las estatuas de la egipcia Isis. (Hislop A. Two Babylons. 1858. Loizeaux Brothers, Second American edition 1959, p. 257-258)
Las estatuas que lloraban de antaño no eran milagros divinos.
Además, los católicos y otros deberían considerar que las estatuas que supuestamente son representaciones de la aparición que apareció en Fátima en 1917 no lucen posiblemente como lo que realmente apareció allí. Note lo siguiente:
Estatua de la Capilla de Fátima e Imagen de lo que los niños vieron
Sin embargo, hay informes de estas estatuas llorando, sangrando, etc. Aquí está algo de lo que yo escribí acerca de ello en mi libro Fatima Shock!:
Ha sido reportado que hay estatuas de la Señora de Fátima que lloran y sangran. Muchas personas, incluyendo algunos del clero católico, han indicado que este tipo de ocurrencias son prueba de que las apariciones son María enviada por Dios a la tierra.
Ahora aquí hay otro shock –puesto que yo no tengo razón para dudar de todos los reportes de estatuas de Fátima que lloran y/o sangan, y puesto que ninguna de las estatuas que supuestamente han llorado luce como la aparición que fue descrita originalmente como aparecida a los tres niños en Fátima en 1917, no hay forma de que el llorar/sangrar sea prueba de que ellas son de Dios. Eso sería confusión.
De acuerdo a la Sagrada Biblia, “Dios no es el autor de confusión” (1 Corintios 14: 33, NKJV) o “Dios no es un Dios de desorden” (NJB), pero el diablo es mentiroso, y el padre de ella” (Juan 8: 44, DRB).
Por lo tanto, estatuas que lloran y/o sangran son prueba adicional de que la aparición vista en Fátima no era María enviada por el Dios de la Biblia, sino en su lugar sugiere un origen demoníaco:
“Sean todos ellos confundidos los que adoran cosas grabadas” (Salmo 96:7, DRB; Salmo 97: 7 es donde está la referencia equivalente en NJB/NKJV).
Esto incluye estatuas e imágenes que supuestamente son de María. Y por supuesto, las “Estatuas Peregrinas” en Fátima no se parecen a lo que fue visto allí. (Thiel B. Fatima Shock. Nazarene Books, 2012, pp. 246-247).
Aquellos que confían en encantamientos como estatuas que lloran/sangran están confiando en algo que es condenado por la Biblia.
La Biblia advierte de una “virgen” que usa encantamientos quien es también llamada la Señora de los Reinos. Note lo siguiente como se muestra en una versión católica de la Bibia:
1 Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. No más trono, siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más la delicada y tierna.
4 Yo tomaré venganza implacable, dice nuestro redentor; el Eterno de los ejercitos es su nombre, el Santo de Israel.” 5 Siéntate en silencio, súmete en tinieblas, ¡hija de los caldeos! Ya nunca más te llamarán soberana de los reinos. 6 Estaba yo airado contra mi pueblo, y dejé profanar mi heredad y la entregué en tus manos. Tú no tuviste piedad e hiciste pesar tu yugo sobre los ancianos. 7 Tú decías: Yo seré siempre, por siempre señora, y no reflexionaste, no pensaste en tu fin.
8 Escucha, pues, esto, voluptuosa, que te sientas tan segura, que dices en tu corazón: Yo, y nadie más que yo; no enviudaré ni conoceré la orfandad.” 9 Ambas cosas te vendrán de repente, en un mismo día: la orfandad y la viudez en toda su plenitud vendrán sobre ti a pesar de tus numerosos agüeros y de tus poderosos encantamientos. 10 Tú estabas fiada en tu maldad, y decías: No me ve nadie. Tu sabiduría y tu ciencia te engañaron, y decías en tu corazón: Yo y no más que yo.
11 Pero va a caer sobre ti un mal que no sabrás conjurar, y caerá sobre ti una ruina que no podrás borrar; vendrá de repente sobre ti una devastación, sin que lo sepas.” 12 Acude, pues, con tus encantamientos, con tus muchas hechicerías, con que te fatigas desde la niñez; quizá puedan servirte, quizá puedan hacerte terrible.” 13 Estás cansada de tanto consultar. Que se presenten, pues; que te salven los que dividen los cielos, y observan las estrellas, y hacen la cuenta de los meses, de lo que ha de venir sobre ti.” (Isaías 47: 1, 4-7, 8-10, 11-13, Biblia de Nacar-Colugna)
Jesús advirtió que señales y prodigios engañarían a casi todos (Mateo 24: 24). Note lo que advirtió el apóstol Pablo:
9 aquel inicuo, cuya venida, por acción de Satanás, irá acompañada de todo género de portentos, señales y prodigios engañosos, 10 y de seducciones de iniquidad para los destinados a la perdición, por no haber recibido el amor de la verdad que los salvaría. 11 Por eso Dios les envía un poder engañoso, 12 para que crean en la mentira y sean condenados cuantos, no creyendo en la verdad, se complacieron en la iniquidad. (2 Tesalonicenses 2: 9-12)
La decepción debe ser astuta para trabajar, y multitudes ya han sido engañadas por señales y prodigios que vienen de estatuas –incluso antes del tiempo en que el Nuevo Testamento hubiera sido escrito.
En cuanto hace a la Biblia, todos deberían darse cuenta de que no hay nada en la Biblia, o incluso en los escritos de la primera iglesia, que apoye la opinión de que Dios quería usar estatuas que lloraran, etc., de María. Tristemente, sin embargo, múltiples millones no están dispuestos a hacer eso.