Iglesia de Dios de Tiátira

Iglesia de Dios de Tiátira

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COGwriter atisbando dentro de la antigua Tiátira (2008)

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Jesús dijo:

18 “Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego y sus pies semejantes al bronce bruñido, dice estas cosas: 19 Yo conozco tus obras, tu amor, tu fidelidad, tu servicio y tu perseverancia; y que tus últimas obras son mejores que las primeras. 20 “Sin embargo, tengo contra ti que toleras a la mujer Jezabel, que dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a cometer inmoralidad sexual y a comer lo sacrificado a los ídolos. 21 Le he dado tiempo para que se arrepienta, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad. 22 He aquí, yo la echo en cama, y a los que con ella adulteran, en muy grande tribulación, a menos que se arrepientan de las obras de ella. 23 Y a sus hijos mataré con penosa muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño la mente y el corazón. Y os daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras. 24 “Pero a los demás en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, quienes no han conocido las cosas profundas de Satanás (como las llaman), os digo: No os impongo ninguna carga más. 25 Solamente aferraos a lo que tenéis, hasta que yo venga. 26 Al que venza y guarde mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 —él las guiará con cetro de hierro; como vaso de alfarero son quebradas—, así como yo también he recibido de mi Padre. 28 Además, yo le daré la estrella de la mañana. 29 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Revelación 2: 18-29)

Esta era de la Iglesia de Dios fue predominante circa 1050 D.C. hasta circa 1600 D.C. Algunos de los Inquisidores Católicos reportaron acerca de algunas de sus doctrinas.

A causa de porción en negritas de arriba, algunos han sentido que algunos del remanente de Tiátira estarían todavía hasta el retorno de Jesucristo. Y yo comparto esa opinión. Es también de notar que fue sólo a Tiátira (Revelación 2: 25) y a Filadelfia (3: 11) que Jesús dijo “retén firmemente lo que tienes”. Así esto también me puso a considerar que quizás a ambos grupos se les estaba posiblemente diciendo “retener firme” muchas de las mismas cosas –pero es también interesante ver que los de Tiátira están amenazados con la Gran Tribulación (2: 22).

Pero en este correo, me gustaría enfocarme en algunas doctrinas y la Inquisición.

La Enciclopedia Católica anota esto acerca de uno de sus inquisidores:

Bernard Guidonis

Inquisitor de Tolosa contra los Albigenses y Obispo de Lodève, n. en Royères (Limousin) en 1261, m. en Lauroux (Hérault), 30 diciembre 1331. Él fue uno de los más prolíficos escritores de la Edad Media (De Moreira M. Transcrito por Albert Judy, O.P. Bernard Guidonis. La Enciclopedia Católica, volumen II. Publicada en 1907. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York).

Aquí están algunas de las creencias que él encontró que mantenían aquellos que él persiguió:

No obstante, debería llamarse la atención sobre el hecho de que entro los Beguins se encuentran algunos que saben, aceptan y creen muchos o todos los errores listados abajo. Estos están más excedidos y endurecidos en ellos. Otros pueden decir menos acerca de estos errores no obstante a veces se encontró que eran peores en sostenerlos y creerlos que los demás. Todavía otros han escuchado o recordado menos y se rinden ante válidas razones y consejos más sanos. Otros obstinadamente persisten y rehúsan abjurar, escogiendo morir antes que abjurar de sus errores, diciendo que en esta materia ellos defienden la verdad del evangelio, la vida de Cristo, y la pobreza evangélica y apostólica…

De nuevo, ellos dicen que los prelados e inquisidores que los juzgaron y condenaron a ellos como herejes –y no obstante todos aquellos que consintieron o ahora consienten a sabiendas con sus condenas– se han hecho por esta acción herejes (si ellos perseveran en ello), y por esta acción han perdido el poder eclesiástico para atar, desatar y administrar los sacramentos eclesiásticos.

De nuevo, ellos dicen que los prelados y miembros de las órdenes religiosas cuyo vestido es abundante o demasiado costoso viola la perfección del Evangelio y el precepto de Cristo, de acuerdo más bien conel precepto del Anticristo. Tales clérigos que andan en modas pomposas son de la familia del Anticristo…

De nuevo, ellos dicen que ellos no son requeridos a tomar juramentos, ni serían obligados a revelar bajo juramento los nombres de sus compañeros creyentes, cómplices y asociados, porque, como ellos dicen, esto violaría el mandamiento de amar al prójimo y por el contrario causaría daño al prójimo…

Ellos dicen que la iglesia humana (por lo que ellos quieren decir la iglesia Romana como ella existe, no sólo en la ciudad de Roma, sino completamente en toda el área bajo la jurisdicción de Roma) es Babilonia, la gran ramera de quien habló Juan en el Apocalipsis. De esta manera ellos aplican estos pasajes a la Iglesia Romana y atribuyen a la iglesia todas las cosas malas escritas allí, tales como que ella está ebria con la sangre de los mártires de Jesucristo…

De nuevo, ellos distinguen entre dos iglesias, la iglesia humana que ellos dicen es la iglesia Romana que contiene una multitud de reprobados, y la iglesia espiritual que contiene a aquellas personas que ellos describen como espirituales y evangélicas, quienes emulan la vida de Cristo y los apóstoles. Ellos dicen que esta última es su iglesia…

De nuevo, algunos de ellos dicen que sobre aquellos individuos elegidos espiritual y evangélicamente a través de quienes una iglesia espiritual y benigna será fundada en el séptimo y final período, el Espíritu Santo será derramado en una mayor o igual abundancia como sobre los apóstoles, los discípulos de Jesucristo, en el día de Pentecostés durante el tiempo de la iglesia primitiva. Y ellos dicen que el Espíritu Santo descenderá sobre ellos como una fiera llama flameante, y ellos toman esto como que significa que, no sólo sus almas serán llenadas con el Espíritu Santo, sino que el Espíritu Santo vivirá en sus cuerpos también.

De nuevo, algunos de ellos dicen que hay un doble Anticristo, uno espiritual y místico y el otro real, el mayor Anticristo…

De nuevo, ellos dicen que tanto en el tiempo de la persecución por el Anticristo y en aquel de la predicha guerra humana los cristianos serán tan afligidos que, desesperando, ellos dirán, “Si Cristo fuera Dios, él no permitiría que los cristianos sufrieran tanto y tan intenso mal”. Desesperando de esta forma, ellos apostatarán de la fe y morirán. Pero Dios ocultará a los individuos elegidos espiritualmente de manera que ellos no puedan ser encontrados por el Anticristo y sus ministros. Entonces la iglesia será reducida a mismo tamaño que la iglesia primitiva cuando fue fundada primero…

De nuevo, ellos dicen que después de la muerte del Anticristo estos individuos espirituales convertirán al mundo entero a la fe de Cristo; y todo el mundo será tan bueno y benigno que no habrá malicia o pecado en la gente de ese período, excepto quizás por los pecados veniales de unos pocos; y todas las cosas serán comunes en cuando a su uso concierne; y no habrá ninguno que ofenda a nadie o que estimule a otro a pecar. Pues será el mayor amor entre ellos, y será un rebaño y un pastor. De acuerdo a algunos este período y condición durará por mil años. Entonces, en cuanto falle el amor, la malicia se incrementará otra vez y lentamente crecerá hasta que Cristo sea, como será, compelido a venir en juicio universal por causa de ello.

De nuevo, estos insanos herejes seriamente e ignominiosamente se quejan contra el Señor Papa, el vicario de Jesucristo, llamándolo el Anticristo místico, precursor del mayor Anticristo, preparando el camino para su vida (BERNARD GUIDONIS: MANUAL DEL INQUISIDOR, capítulo 5, traducido por David Burr, Departamento de Historia, Virginia Tech, Blacksburg, VA. http://phi.kenyon.edu/Projects/Margin/inquisit.htm 04/09/07)

Debería señalarse que quizás el Inquisidor ligeramente confundía el milenio, la primera parte de él (que ocurre después de la muerte del Anticristo), con los 100 años que suceden después.

Debería también señalarse que los Albigenses y Waldenses fueron a veces arrestados con los Beguinos. Ahora aunque la mayoría de ls que fueron muertos en la Inquisición no estaban en la Iglesia de Dios, ni fueron los Beguinos Franciscanos, es obvio que doctrinas de la Iglesia de Dios tales como que los ministros no deberían usar vestidos como los clérigos romanos, que los cristianos no han de prestar juramentos, y que Dios ofrecerá la salvación a todos, fueron claramente condenadas por los Católicos Romanos durante el tiempo de Tiátira.

En cuanto a un espiritual o místico Anticristo y a uno posterior, eso es consistente con lo que el apóstol Juan enseñó en 1 Juan 2: 18 (más sobre esto puede encontrarse en el artículo Algunas doctrinas del Anticristo).

Adicionalmente, el mismo inquisidor decía lo siguiente acerca de los Albigenses:

En primer lugar, ellos usualmente dicen de sí mismos que ellos son buenos cristianos, que no juran, o mienten, o hablan mal de otros; que ellos no matan a ningún hombre o animal, ni nada que tenga aliento de vida, y que ellos mantienen la fe del Señor Jesucristo y su evangelio como enseñaron los apóstoles. Ellos aseguran que ellos ocupan el lugar de los apóstoles, y que, por cuenta de las cosas arriba mencionadas, los de la Iglesia Romana, es decir los prelados, clérigos, y monjes, y especialmente los inquisidores de la herejía los persiguen a ellos y los llaman a ellos herejes, si bien ellos son buenos hombres y buenos cristianos, y que ellos son perseguidos tal como Cristo y sus apóstoles lo fueron por los Fariseos…

Además ellos hablan a los laicos de las malas vidas de los clérigos y prelados de la Iglesia Romana, señalando y mostrando su orgullo, codicia, avaricia, e impureza de vida, y otros males semejantes que ellos conocen. Ellos invocan con su propia interpretación y de acuerdo a sus capacidades la autoridad de los Evangelios y las Epístolas contra la condición de los prelados, hombres de la iglesia, y monjes, a quienes ellos llaman Fariseos y falsos profetas, quienes dicen, pero no hacen.

Luego ellos atacan y vituperan, a su turno, todos los sacramentos de la Iglesia, especialmente el sacramento de la eucaristía, diciendo que él n puede contener el cuerpo de Cristo, pues si hubiera sido así tan grande como la montaña más grande los Cristianos lo habrían enteramente consumido ante esto. Ellos aseguran que la hostia viene de la espiga, que pasa a través de las colas de los caballos, al molino, cuando la harina es limpiada por un tamiz (de pelo de caballo); que, además, ella pasa a través del cuerpo y llega a un fin vil, dicen ellos, no podría ocurrir que Dios estuviera en ella.

Sobre el bautismo, ellos aseguran que el agua es material y corruptible y es por lo tanto la creación del poder del mal, y no puede santificar el alma, pero que los hombres de la iglesia venden esta agua por avaricia, justo como ellos venden tierra para el entierro de los muertos, y aceite para los enfermos cuando los ungen a ellos, y como: Ellos venden la confesión de pecados hecha a los sacerdotes.

Por lo tanto ellos claman que la confesión hecha a los sacerdotes de la Iglesia Romana es inútil, y que, puesto que los sacerdotes pueden ser pecadores, ellos no pueden ni atar ni desatar, y, siendo impuros ellos mismos, no pueden hacer a otros limpios. Ellos aseguran, además, que la cruz de Cristo no debería ser adorada o venerada, porque, como ellos urgen, ninguno veneraría o adoraría las sogas con las que un padre, pariente, o amigo ha sido ahorcado. Ellos urgen, además, que aquellos que adoran la cruz deberían, por razones similares, adorar todos las espinas y lanzas, porque como el cuerpo de Cristo estuvo en la cruz durante la pasión, así lo estuvo la corona de espinas sobre su cabeza y la lanza del soldado en su costado. Ellos proclaman muchas otras cosas escandalosas con respecto a los sacramentos.

Además ellos leen de los Evangelios y las Epístolas en la lengua vulgar, aplicándolas y exponiéndola en su favor y contra la condición de la Iglesia Romana en una manera que tomaría demasiado largo describir en detalle; pero todo eso respecto a este tema puede ser leído más completamente en los libros que han escrito e infectado, y puede ser aprendido de las confesiones de tales de sus seguidores que han sido convertidos. (Del Manual del Inquisidor de Bernard Guidonis [m. 1331], comienzos del siglo 14, traducido por J. H. Robinson, Lecturas de Historia Europea, (Boston, Ginn, 1905), pp. 381-383, http://essenes.crosswinds.net/albe.html 05/27/07).

Yo simplemente afirmaré que nosotros en la Continuación de la Iglesia de Dios nos consideramos a nosotros mismos ser verdaderos cristianos, no juramos, no matamos a ningún hombre, consideramos a los inquisidores como no-cristianos, no consideramos que la “Eucaristía” sea la carne real de Cristo, nos oponemos a vender los sacramentos, no creemos que los sacerdotes puedan perdonar el pecado, no veneramos instrumentos de muerto como la cruz, leemos normalmente la Biblia en la lengua Vulgar (que es el inglés en mi caso), y que nosotros tenemos la fe del Señor Jesucristo y Su evangelio como lo enseñaron los apóstoles (este último punto se muestra claramente en el artículo ¿Quién es fiel: La Iglesia Católica Romana o la Continuación de la Iglesia de Dios?).

Y como muestra el relato del inquisidor, nuestras posiciones también fueron mantenidas en la Edad Media (para documentación de que nuestras opiniones han sido mantenidas desde el comienzo de la era de la Iglesia, por favor vaya a la página de la Historia de la Primera Cristiandad).

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Acerca de la CCOG
La Continuación de la Iglesia de Dios, que intenta representar al remanente más fiel de la porción de Filadelfia (Apocalipsis 3: 7) de la Iglesia de Dios, basa sus creencias en la Sagrada Biblia. Lea la Declaración de Creencias de la CCOG para más información Declaración de las Doctrinas de la Continuación de la Iglesia de Dios.
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