¿Siete mitos sobre Pedro y Pablo?
Ciudad del Vaticano (foto por Joyce Thiel)
COGwriter
El 18 de noviembre, varios católicos de Roma celebran la fiesta de la dedicación de las Basílicas de Pedro y Pablo, y a ambas las he visitado. La que se conoce como la Basílica de San Pedro se encuentra en la Ciudad del Vaticano y se dice que tiene los restos del apóstol Pedro http://www.cogwriter.com/Pedro.htm.
Parte de esto se basa en la afirmación de que Pedro murió en Roma.
¿Qué hay de la muerte de Pedro? Observe lo que el Nuevo Testamento de Rheims registra que Pedro escribió justo antes de esto:
Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas.
Porque no os hemos dado á conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesucristo , siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad.
Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado .
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos juntamente con él en el monte santo. (II Pedro 1: 14-18).
Esto es problemático en lo que respecta a Roma. La razón es que el pasaje anterior parece estar enseñando que Juan todavía estaba con Pedro (Juan era parte de “escuchamos”). Esto es indirectamente reconocido por las ANOTACIONES del Capítulo 1 de I Pedro del Nuevo Testamento de Reims de 1582 en la página 515, ya que dice:
Por esto es claro, que o Juan, Santiago o Pedro deben ser los autores de esta epístola, ya que estos tres solamente estuvieron presentes en la Transfiguración. Mateo 17: 1
Debido a que se cree que el particular Jacobo anterior murió en el año 39 DC en Judea (Hechos 12: 1), o Pedro murió cerca de ese momento (lo cual no sucedió, murió unas tres décadas después) o el apóstol Juan debía haber todavía estado con Pedro. Y dado que no hay evidencia de que el apóstol Juan fue a Roma en los años 60 d. C., la evidencia disponible (incluso de fuentes católicas) sugiere que Juan estaba en Jerusalén o Asia Menor en ese momento. Además, si Juan estaba en Jerusalén o Asia Menor entonces, dado que Pedro parece estar afirmando que Juan estaba con él, entonces Pedro habría estado en Jerusalén o Asia Menor justo antes de su muerte. Por lo tanto, afirmar que Pedro pasó mucho tiempo en Roma o murió en Roma parece ser inconsistente con el registro bíblico.
El lugar del entierro de Pedro también es controvertido.
Esencialmente según la leyenda de Quo Vadis, Pedro fue enterrado en Roma. Sin embargo, ese relato no fue escrita hasta más de un siglo después de la muerte de Pedro.
Pero hubo algo más que algunos han señalado:
No es antes de alrededor de 160 E.C. que vemos algún tipo de interés de los cristianos romanos en el sitio por la construcción de un monumento simple que consistía en un nicho y un patio (el Tropaion Gaii). El monumento probablemente fue utilizado para reuniones, pero no como un marcador como una tumba individual, ya que el recuerdo del lugar de enterramiento original de Pedro se perdió cuando se erigió la Tropaion. La existencia del Tropaion no resultó en el desarrollo de un sitio de entierro cristiano, sino que se integró en una calle funeraria no cristiana de clase media. Solo en la época de Constantino, el sitio fue tomado firme y finalmente por los cristianos, borrando así todos los rastros anteriores de actividad funeraria aparte del espacio inmediato alrededor de la Tropaion. (Zangenberg, Jürgen; Labahn, Michael. Los cristianos como minoría religiosa en una ciudad multicultural: modos de interacción y formación de identidad en la Roma imperial temprana: estudios sobre la base de un seminario en la segunda conferencia de la Asociación Europea de Estudios Bíblicos (EABS) ) del 8 al 12 de julio de 2001, en Roma. Volumen 243 de la Revista para el estudio de la Biblioteca del Nuevo Testamento de Estudios del Nuevo Testamento, la serie Estudios europeos sobre los orígenes cristianos. Continuum International Publishing Group, 2004, p.132)
Además, ese sitio no debe haber sido aceptado originalmente ya que, de acuerdo con el Liber Pontificalis (el Libro de los Papas), fue el obispo romano Cornelio quien supuestamente movió el cuerpo de Pedro a su ubicación actual (casi dos siglos después de la muerte de Pedro). Aquí hay un relato escrito:
XXII Cornelius (Papa 251-253) … Él durante su pontificado a petición de cierta matrona Lucina, tomó los cuerpos de los apóstoles, bienaventurados Pedro y Pablo por la noches fuera de las catacumbas; primero el cuerpo del bendito Paul fue recibido por la bendita Lucina] y colocado en su propio jardín en la Via Ostiensis, cerca del lugar donde fue decapitado; el cuerpo del bendito Pedro fue recibido por el bendito Cornelio, el obispo, y puesto cerca del lugar donde fue crucificado, entre los cuerpos de los santos obispos, en el santuario de Apolo, en el Mons Aureus, en el Baticano, por el palacio de Nerón, el 29 de junio. Traducido por Louise Ropes Loomis. El Libro de los Papas (Liber Pontificalis. Publicado originalmente por Columbia University Press, NY 1916. Edición 2006 por Evolution Publishing, Merchantville (NJ), pp. -26).
Por lo tanto, uno de los primeros escritos católicos que intentaron demostrar que Roma tuvo una serie de primeros obispos/papas declara que Pedro NO había sido enterrado originalmente en Roma. No tendría sentido mover el cuerpo de Pedro si las personas realmente hubieran creído que el Tropaion Gaii marcaba el lugar.
Curiosamente, la conclusión de quien supuestamente identificó el cuerpo de Pedro en la Colina Vaticana fue que no estaba convencido de que fuera Pedro:
Antonio Ferrua … fue el arqueólogo jesuita responsable de descubrir lo que se cree que es la tumba de San Pedro en las grutas bajo la Basílica de San Pedro en Roma … El descubrimiento de Ferrua llegó, sin embargo, por casualidad. En 1939 murió el Papa Pío XI y se hicieron planes para enterrarlo junto a Pío X en la cripta debajo de la basílica. Pero cuando los obreros comenzaron a excavar bajo San Pedro llegaron al piso de la basílica original de Constantino, debajo de la cual había una necrópolis, una calle de tumbas romanas que data del siglo II dC … bajo la supervisión de Monseñor Ludwig Kaas, el administrador de San Pedro , el Vaticano nombró a cuatro arqueólogos, incluido Ferrua, para investigar las tumbas … El descubrimiento de Ferrua estuvo envuelto en una controversia; en 1953, después de la muerte de Monseñor Kaas, un obrero reveló que había descubierto algunos otros huesos que Kaas había ordenado que se retiraran del depósito y se almacenaran en el Vaticano. Cuando estos fueron identificados más tarde como los restos de un anciano, se concluyó que estos eran los huesos del santo. “Las reliquias de San Pedro”, anunció el Papa Pablo VI el 26 de junio de 1968, “han sido identificadas de una manera que creemos convincente”; al día siguiente, después de una ceremonia frente a la edículo, los restos fueron restaurados al depósito.
Ferrua fue más circunspecta. Consciente del escepticismo que rodeaba incluso el análisis del fragmento griego, que otros habían leído como Petros endei o “Pedro no está aquí”, recientemente le dijo al periódico católico italiano L’Avvenire que no estaba “convencido” de que los huesos del santo había sido encontrado … Un hombre de fe profunda, Ferrua era un erudito riguroso, muy admirado por su negativa a permitir que sus creencias comprometieran su trabajo (The Rev Antonio Ferrua. Telegraph, Londres – 29 de mayo de 2003 http://www.telegraph.co.uk/news/obituaries/1431338/The-Rev-Antonio-Ferrua.html consultado el 20/07/09).
Por lo tanto, el acreditado para encontrar el cuerpo de Pedro no estaba convencido por la evidencia que había investigado.
Debe notarse que también existe la opinión de que Pedro murió en Judea y fue enterrado en el Monte de los Olivos; se encontró una caja del osario con la inscripción “Shimon Bar Jonás” y algunos creen que puede estar refiriéndose al Simón Bar- Jonah (Fingegan J. La Arqueología del Nuevo Testamento, Princeton: Princeton University Press, reprt 1979, pp. 359-375) que se convirtió en el Apóstol Pedro según Mateo 16:17, y aunque eso no es concluyente, es probablemente “evidencia” contemporánea más fuerte de la que parece tener Roma de haber sido el lugar de enterramiento original de Pedro.
Aquí hay información limitada sobre ella escrita por F. Paul Pedroson en 1960, editada por James Tabor, y acortada por mí:
Mientras visitaba a un amigo en Suiza, me enteré de lo que me pareció, uno de los mayores descubrimientos desde los tiempos de Cristo: que Pedro fue enterrado en Jerusalén y no en Roma …
Después de hablar con muchos sacerdotes e investigar diversas fuentes de información, finalmente fui muy recompensado al saber dónde podía comprar el único libro conocido sobre el tema, que también estaba escrito en italiano. Se llama “Gli Scavi del Dominus Flevit”, impreso en 1958 en la Tipografía del PP. Francescani, en Jerusalén. Fue escrito por P. B. Bagatti y J. T. Milik, ambos sacerdotes católicos romanos …
En Jerusalén hablé con muchos sacerdotes franciscanos que todos leyeron, finalmente, aunque de mala gana, que los huesos de Simon Bar Jona (San Pedro) se encontraron en Jerusalén, en el sitio del monasterio franciscano llamado, “Dominus Flevit” (donde se suponía que Jesús había llorado sobre Jerusalén), en el Monte de los Olivos … nombres de personajes bíblicos cristianos se encontraron en los osarios (cajas de huesos). Los nombres de María y Marta fueron encontrados en una caja y justo al lado había uno con el nombre de Lázaro, su hermano. Otros nombres de los primeros cristianos fueron encontrados en otras cajas. De gran interés, sin embargo, fue el que se encontró a doce pies del lugar donde se encontraron los restos de María, Marta y Lázaro, los restos de San Pedro. Fueron encontrados en un osario, en el exterior del cual se escribió clara y hermosamente en arameo, “Simon Bar Jona” …
Luego pregunté: “¿Realmente el padre Bagatti (coautor del libro en italiano sobre el tema y arqueólogo) cree que esos son los huesos de San Pedro?” “Sí, lo hace”, fue la respuesta. Luego pregunté: “¿Pero qué piensa el Papa de todo esto?”. Esa fue una pregunta de mil dólares y me dio una respuesta de un millón de dólares. “Bueno”, respondió confidencialmente en voz baja, “el padre Bagatti me dijo personalmente que hace tres años fue al Papa (Pío XII) en Roma y le mostró las pruebas y el Papa le dijo: ‘Bueno, lo haremos. tiene que hacer algunos cambios, pero por el momento, mantenga esta cosa en silencio”. Con asombro, le pregunté también con voz apagada:” ¿Así que el Papa realmente cree que esos son los huesos de San Pedro? ” “Sí”. fue su respuesta. “La evidencia documental está allí, no pudo evitar creer” …
No tuve la oportunidad de ver al sacerdote Bagatti mientras estaba en Jerusalén. Le escribí, sin embargo, el 15 de marzo de 1960, de la siguiente manera: “He hablado con varios sacerdotes y monjes franciscanos y me han hablado de ti y del libro del que eres co–guionista. Tenía la esperanza de verte y felicitarte por un gran descubrimiento, pero el tiempo no lo permitía. Habiendo escuchado tanto sobre ti y que eres un arqueólogo (con las pruebas en la mano), estaba convencido, contigo, con respecto al cementerio antiguo de que los restos encontrados en el osario con el nombre en él, ‘Simon Bar Jona’ , escrito en arameo, fueron los de San Pedro.” Es notable que en su respuesta no haya contradicho mi declaración, que sin duda habría hecho si hubiera podido hacerlo honestamente. “Estaba muy convencido de que … los restos encontrados en el osario … eran los de San Pedro”. Esto confirma la conversación que tuve con el monje franciscano en Belén y la historia que me contó de que el sacerdote Bagatti irá al Papa con la evidencia sobre los huesos de San Pedro en Jerusalén. En su carta se puede ver que es cuidadoso debido a la advertencia del Papa de mantener este descubrimiento en silencio. (Pedroson F. Paul. Tumba de San Pedro: El descubrimiento de la Tumba de Pedro en Jerusalén en 1953. http://www.jesusdynasty.com/blog/2007/04/03/has-the-ossuary-of-simon-peter-aka-simeon-son-of-jonah-been-found/ visto el 17/02/11)
El entierro de Pedro en Jerusalén no es enseñado actualmente por la Iglesia de Roma. Por lo tanto, me parece, al menos, que los estudiosos (incluidos los católicos) tienden a entender que es cuestionable si Pedro fue sepultado en Roma y si su cuerpo está actualmente en la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano (véase también ¿Qué enseñan actualmente los católicos romanos en realidad sobre la historia temprana de la iglesia? http://www.cogwriter.com/roman.htm).
Hace un tiempo, relacionado con los “mitos” católicos, Zenit.org, una fuente de noticias pro Vaticano, informó lo siguiente:
Gran parte de la hostilidad hacia la Iglesia Católica se basa en la ignorancia y el prejuicio. Este es el argumento de Christopher Kaczor en su reciente libro, “Los siete grandes mitos sobre la Iglesia Católica” (Ignatius Press). Un profesor de filosofía en la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, Kaczor comenzó señalando que la Iglesia está formada tanto por santos como por pecadores y que los errores en el gobierno pueden ocurrir …
El primer mito examinado por el libro es la idea de que la religión y la ciencia están en conflicto entre sí … El segundo mito es que la Iglesia se opone a la libertad y la felicidad diciendo no a una serie de acciones … La idea de que la Iglesia odia a las mujeres es otra el mito abordado en el libro … El tema de la homosexualidad, y el argumento de algunos de que la Iglesia odia a los homosexuales, es otro mito tratado por Kaczor. http://www.zenit.org/article-35978?l=english
Antes de ir más lejos, afirmaría que la verdadera ciencia y la verdadera religión no están en conflicto entre sí.
Ahora, en cuanto a los mitos de la Iglesia Católica Romana, hay muchos (y algunos no son aceptados por sus máximos dirigentes, aunque comúnmente se los tiene en cuenta).
Dado que Zenit menciona siete mitos sobre los católicos, vamos a enumerar brevemente siete mitos “católicos romanos” con un comentario más o menos después de cada uno:
1. La Iglesia Católica Romana es la iglesia original y se convirtió de esa manera cuando el apóstol Pedro estaba en Roma. La Biblia nunca sugiere eso, ni hay pruebas absolutas de que el apóstol Pedro haya estado alguna vez en Roma (y aunque lo fuera, pasó la mayor parte de su tiempo en otro lugar). Para más detalles, consulte el artículo Pedro y Roma.
2. La Iglesia de Roma tiene una sucesión apostólica de Pedro a Linus a Cletus a Clemente a Evaristus. El hecho es que los eruditos católicos saben que esto es esencialmente una ilusión basada en tradiciones posteriores. Para más detalles, consulte ¿Qué enseñan realmente los eruditos católicos acerca de la historia temprana de la iglesia? y Sucesión Apostólica.
3. La Iglesia de Roma nunca cambia. Esto es completamente desmentido por muchos documentos. Un artículo detallado sobre muchos cambios doctrinales que adoptó la Iglesia Católica Romana está probado en el artículo ¿Qué es fiel: la Iglesia Católica Romana o la Iglesia de Dios que continúa?
4. La Iglesia de Roma le dio al mundo la Biblia. No, la Biblia tal como la conocemos vino de Asia Menor. El hecho de que a la Iglesia de Roma le llevó siglos llegar finalmente a los libros cuando el apóstol Juan finalizó y sus sucesores fueron verificados demuestra que Roma no era la fuente de la Biblia. Para más detalles, consulte el Canon del Nuevo Testamento: De la Biblia y la Historia y El Canon del Antiguo Testamento.
5. La Iglesia de Roma es la “iglesia católica” original. La primera vez que el término “iglesia católica” se encuentra claramente en las escrituras teológicas, se usó en una carta a la Iglesia de Dios en Esmirna y no era una referencia a Roma. Sin embargo, a pesar de que la Iglesia de Roma enseña que la iglesia en Esmirna fue dirigida por una variedad de líderes que considera santos, la Iglesia de Roma no mantiene las mismas enseñanzas que la Iglesia de Dios en Esmirna. ahora condena enérgicamente algunas de esas creencias. Para más detalles, consulte La era de la iglesia de Esmirna http://www.cogwriter.com/smyrnachurch.htm, Policarpo de Esmirna: El luchador herético http://www.cogwriter.com/smyrnachurch.htm, Thraseas http://www.cogwriter.com/thraseas.htm y Papirio de Esmirna http://www.cogwriter.com/papirius.htm.
6. Los líderes cristianos usaban mitras y vestían como el moderno clero católico. Si bien el Vaticano no enseña esto directamente, el miembro promedio parece aceptar la vestimenta del clero católico como casi sagrada. Sin embargo, ningún líder temprano vestía así e incluso en la Catedral de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, ninguno de los primeros apóstoles es retratado usando mitras, etc. Para una prueba adicional, por favor vea el artículo ¿Fueron los primeros deberes de los Ancianos/Pastores principalmente sacramentales? ¿Cuál era su vestimenta? http://www.cogwriter.com/duties.htm
7. La iglesia de Roma tiene el credo de los apóstoles. No, la historia, según lo verificado por los eruditos católicos, refuta esto. Para más detalles, consulte ¿Cuál fue el credo original de los apóstoles? ¿Qué es el Credo de Nicea?
La Iglesia fiel original estaba en Jerusalén y con el tiempo la ubicación de sus principales líderes se desplazó a Asia Menor y luego a otros lugares (esto puede demostrarse al estudiar las referencias históricas y bíblicas en Ubicación de la Iglesia primitiva: Otra mirada a Éfeso, Esmirna y Roma http://www.cogwriter.com/location.htm).
Debido a que muchos que profesan a Cristo, católicos http://www.cogwriter.com/catholic.htm, ortodoxos orientales http://www.cogwriter.com/orthodox.htm y protestantes http://www.cogwriter.com/salvation.htm, por nombrar tres grupos, no entienden la verdad acerca de la historia de la Iglesia (ver La historia del cristianismo primitivo http://www.cogwriter.com/location.htm para una descripción general), la mayoría cree mitos (así como lo que es el plan de Dios).
Es solo la verdadera Iglesia de Dios http://www.cogwriter.com/church-of-god-overview.htm la que tiene el tipo de sucesión espiritual y la continuidad de la fe original de los apóstoles que aquellos asociados con las creencias católicas romanas y orientales ortodoxas afirman tener.