Papa difunto dice que las religiones protestantes “están inspiradas por el diablo”
Papa Pío V
COGwriter
El 30 de abril es la “fiesta” católica romana para quien ha sido designado como “San Pedro”. Papa Pío V”.
Esto es algo de lo que Catholic.org dice sobre él:
Papa de 1566 a 1572 y uno de los líderes más destacados de la Reforma Católica… Como Papa, Pío vio su principal objetivo como la continuación del programa masivo de reforma de la Iglesia, en particular la plena implementación de los decretos del Concilio de Trento. . Publicó el Catecismo Romano, el Breviario Romano revisado y el Misal Romano…
En 1571, Pío creó la Congregación del Índice para fortalecer la resistencia de la Iglesia a los escritos protestantes y heréticos, y utilizó la Inquisición para impedir que cualquier idea protestante se afianzara en Italia… Su reinado sólo se vio empañado por la continua opresión de la Inquisición; el trato a menudo brutal de los judíos de Roma; y la desacertada decisión de excomulgar a la reina Isabel I http://www.catholic.org/saints/saint.php?saint_id=5515
La Inquisición y el trato brutal a los judíos son más que imperfecciones; ayudan a demostrar que Pío V no fue sucesor de Pedro ni de los demás apóstoles.
Aquí hay algo sobre él y el protestantismo:
Sacerdote P. Kramer ( siglo XXI ): El Papa San Pío V enseña en su Catecismo, el Catecismo Romano –también conocido como Catecismo del Concilio de Trento– que todas las religiones protestantes son religiones falsas, están inspiradas en el diablo; y por tanto sus frutos son malos… Las religiones protestantes, como tales, están inspiradas por el diablo, como enseña el Papa San Pío V en su catecismo. (Kramer P. El castigo inminente por no cumplir con la petición de Nuestra Señora. Transcripción editada de un discurso pronunciado en el Seminario de los Embajadores de Jesús y María en Glendale, California, 24 de septiembre de 2004. THE FATIMA CRUSADER Número 80, verano de 2005, págs. 32-45 http://www.fatimacrusader.com/cr80/cr80pg32.asp visto el 15/4/08)
Si bien la Continuación de la Iglesia de Dios http://www.ccog.org/ no es protestante, probablemente Pío V incluyó a nuestros antepasados espirituales en lo anterior, ya que la posición católica romana general es que aquellos que profesan a Cristo que no son ortodoxos orientales o católicos romanos son algún tipo de protestante. La Iglesia de Dios precedió a la confederación que se convirtió en la Iglesia de Roma y la Iglesia Ortodoxa Oriental (ver también Creencias de la Iglesia Católica Original https://www.cogwriter.com/Original-Catholic-Beliefs.pdf y Esperanza de Salvación: Cómo la Continuación de la Iglesia de Dios difiere del protestantismo https://www.cogwriter.com/protestant-ccog-differences.pdf).
Hoy en día, el Papa Francisco quiere la unidad con los protestantes trinitarios (ver Vademecum: Rome’s Trinitarian Ecumenical Handbook https://www.youtube.com/watch?v=guZLtZz5GKI), y muchos de ellos están interesados (ver los libros gratuitos en línea: Continuación de la Historia de la Iglesia de Dios http://www.cogwriter.com/continuing-history-of-the-church-of-god.pdf y Esperanza de Salvación: Cómo la Continuación de la Iglesia de Dios se diferencia del protestantismo https://www.cogwriter.com/protestant-ccog-differences.pdf).
Observe que el Catecismo del Papa Pío V de finales del siglo XVI dice que sólo la Iglesia Católica Romana es fiel y tiene salvación, mientras que otros (como los protestantes) son parte de la “falsa Iglesia”:
La tercera marca de la Iglesia es que es católica… A esta Iglesia, “edificada sobre el fundamento de los Apóstoles y Profetas”, pertenecen todos los fieles que han existido desde Adán hasta nuestros días, o que existirán… Ella es, también, llamado universal, porque todos los que desean la salvación eterna deben aferrarse a ella y abrazarla, como aquellos que entraron en el arca, para evitar perecer en el diluvio… Esto, por lo tanto, debe enseñarse como un criterio más confiable para distinguir lo verdadero de una Iglesia falsa…
La verdadera Iglesia debe ser reconocida también por su origen, que se remonta a la ley de la gracia de los Apóstoles; porque sus doctrinas no son nuevas ni de origen reciente, sino que fueron entregadas, en la antigüedad, por los Apóstoles y difundidas por todo el mundo. Por lo tanto, nadie puede dudar ni por un momento de que las opiniones impías que inventa la herejía, opuestas como están a las doctrinas enseñadas por la Iglesia desde los días de los Apóstoles hasta nuestros días, son muy diferentes de la fe de la verdadera Iglesia… Pero como esta única Iglesia, porque está gobernada por el Espíritu Santo, no puede errar en la fe o en la moral, se sigue necesariamente que todas las demás sociedades que se arrogan el nombre de Iglesia, porque están guiadas por el espíritu de las tinieblas, están hundidas. en los errores más perniciosos tanto doctrinales como morales. (El Catecismo del Concilio de Trento: publicado por mandato del Papa Pío V, págs. 77-78)
En relación con el último párrafo anterior, debe entenderse que al hacer esas afirmaciones, el Papa Pío V parece estar diciendo que la verdadera Iglesia no debería haber cambiado las doctrinas de los Apóstoles. Y si bien eso es cierto para la Continuación de la Iglesia de Dios, no se puede decir de la Iglesia de Roma.
En el siglo XVI , el Catecismo del Papa Pío V afirmaba:
…la Iglesia de Dios ha ordenado en su sabiduría que la celebración del sábado se transfiera al “día del Señor”: como en ese día la luz brilló por primera vez sobre el mundo… (El Catecismo del Concilio de Trento: publicado por mandato de Papa Pío quinto. Traducido por Jeremiah Donovan, Editor original de la Universidad de Harvard, digitalizado, 26 de abril de 2006, p.
Por supuesto, eso no fue sabio y la verdadera y fiel “Iglesia de Dios” no hizo tal cosa (ni ninguno de los Apóstoles originales lo autorizó en las Escrituras ni en ningún otro lugar), fue la Iglesia de Roma la que hizo este cambio. La sabiduría del mundo es condenada por Dios, como lo admiten incluso las Biblias católicas romanas:
19 Porque la sabiduría de este mundo es necedad para con Dios. (1 Corintios 3: 19, Douay-Rheims)
Los católicos grecorromanos y otros pueden encontrar interesantes las siguientes tres traducciones de algunos pasajes del libro de Hebreos del Nuevo Testamento (tenga en cuenta esto utilizando una traducción protestante y dos católicas):
4 Pues en alguna parte ha hablado del séptimo día con estas palabras: “Y en el séptimo día descansó Dios de toda su obra”… 9 Queda, entonces, un reposo sabático para el pueblo de Dios; 10 porque cualquiera que entra en el reposo de Dios, también descansa de su propio trabajo, como Dios lo hizo del suyo. 11 Hagamos, pues, todo nuestro esfuerzo por entrar en ese reposo, para que nadie caiga por seguir su ejemplo de desobediencia (NVI).
4 como dice un texto, refiriéndose al séptimo día: Y Dios descansó en el séptimo día después de todo el trabajo que había estado haciendo…9 Debe haber todavía, por lo tanto, un séptimo día de descanso reservado para el pueblo de Dios, 10 ya que para entrar el lugar de descanso es descansar después de tu trabajo, como lo hizo Dios después del suyo. 11 Sigamos, entonces, adelante para entrar en este lugar de descanso, o algunos de ustedes podrían copiar este ejemplo de negarse a creer y perderse. (NJB)
4 Porque en cierto lugar del séptimo día dijo así: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día… 9 Por tanto, queda un sabbatisme para el pueblo de Dios. 10 Porque el que entró en su reposo, también reposó de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Apresurémonos, pues, a entrar en ese reposo; no sea que algún hombre caiga en el mismo ejemplo de incredulidad. (Original Douay-Rheims de 1582)
Cuando Pío V escribió sobre el cambio del sábado, él y sus seguidores aparentemente querían reinterpretar lo anterior para que no significara lo que literalmente afirman (nota: la traducción más “moderna” de Douay-Rheims, que muchos usan, ya no usa el término “sabbatisme” (por lo que muchos católicos modernos no son conscientes de lo que realmente dice ese versículo; además, la mayoría de los protestantes no lo son, ya que la mayoría de los traductores protestantes han optado por traducir mal el versículo).
Los protestantes, que afirman no seguir a Roma, tal vez deseen preguntarse por qué tienden a observar el domingo, ya que este es un día que Roma afirma haber adoptado y cambiado el sábado. ¿Y también quieren la unidad con una Iglesia cuyo líder “infalible” los condenó como lo hizo el Papa Pío V?
Mientras la Iglesia de Roma está impulsando su agenda ecuménica, los protestantes harían bien en luchar por la fe original, que NO es el protestantismo (ver Esperanza de Salvación: Cómo la Continuación de la Iglesia de Dios difiere del protestantismo ) ni el catolicismo romano (ver también Historia Continua). de la Iglesia de Dios ).
Ahora permítanme dejar esto perfectamente claro: NO HAY NINGÚN REGISTRO HISTÓRICO QUE RESPALDE LA EXISTENCIA DE ALGO PARECIDO AL PROTESTANTISMO MODERNO PRACTICADO POR LOS PRIMEROS CRISTIANOS. Este hecho está claramente documentado en nuestro libro gratuito en línea: Esperanza de salvación: cómo la Continuación de la Iglesia de Dios difiere del protestantismo https://www.cogwriter.com/protestant-ccog-differences.pdf.
El protestantismo NO es “la fe que fue entregada una vez para siempre a los santos” (Judas 3c). NO es la fe por la que Judas escribió que los cristianos deberían “luchar intensamente” (Judas 3b).
En lo que respecta a la Iglesia de Roma, continúa alejándose cada vez más de la fe original. La Iglesia de Roma también contradice a menudo las Escrituras. Muchas de las creencias de la Iglesia Católica Romana no eran las Creencias de la Iglesia Católica Original https://www.cogwriter.com/Original-Catholic-Beliefs.pdf. Esto también está documentado en un libro gratuito en línea: Creencias de la Iglesia Católica Original: ¿Podría un grupo remanente tener una sucesión apostólica continua? https://www.cogwriter.com/Original-Catholic-Beliefs.pdf
A pesar de esos hechos, los movimientos ecuménicos e interreligiosos siguen adelante. Sin embargo, esos movimientos no “…contenden intensamente por la fe que una vez fue entregada a los santos” (Judas 3).
Pero todos los verdaderos cristianos deberían hacerlo.