El cielo, el cristianismo, y el estado de los muertos

El cielo, el cristianismo, y el estado de los muertos

Algunos eruditos quienes han mirado en la Biblia y en la historia de la primera iglesia han cuestionado apropiadamente la idea de que los cristianos vayan al cielo:

(RNS) La noción del cielo tan a menudo hecha un cliché –un dichoso reino de ángeles que tocan el arpa — ha permanecido como un asunto fijo de fe por centurias… Pero los eruditos a la derecha y a la izquierda crecientemente dicen que la confortadora creencia en una vida después no tiene ninguna base en la Biblia y habría sonado extraña a Jesús y sus primeros seguidores…

Wright y Morse trabajan independientemente uno de otro y en escenarios ideológicos muy diferentes, pero sus obras muestran una notable convergencia en puntos claves. En el judaísmo clásico y el cristianismo del siglo primero, los creyentes esperaban que este mundo sería transformado en el Reino de Dios –un Edén restaurado en donde los seres humanos redimidos serían liberados de la muerte, la enfermedad, el pecado y otras corrupciones.

“Esto representa una instancia de dos altos eruditos que se han cansado aparentemente de hablar del cielo de parte de los cristianos lo que ni es consistente con el Nuevo Testamento ni es teológicamente coherente”, dijo Trevor Eppehimer del Seminario Teológico Hood en Carolina del Norte. “La mayoría de los teólogos cristianos hoy reconocería que las opiniones de Wright y Morse sobre el cielo representan, para la mayor parte, la perspectiva básica sobre el cielo del Nuevo Testamento”.

Los judíos del siglo primero que creían que Jesús era el Mesías también creían que él inauguró el Reino de Dios y estaban convencidos de que el mundo sería transformado en el transcurso de sus vidas, dijo Wright. Esta inauguración, sin embargo, estaba lejos de ser completa y requería la activa participación del pueblo de Dios practicando la justicia social, la no violencia y el perdón para que se llevara a cabo plenamente…” Y eso no es una eternidad platónica, sin tiempo, que es lo que a nosotros se nos ha enseñado”, dijo Wright. “Es muy definitivo que vendrá un tiempo cuando Dios transforme completamente este mundo –esa será la era por venir.” http://www.huffingtonpost.com/2012/05/17/nt-wright-christian-heaven-is-wrong_n_1524117.html

N.T. De Wright Sorprendido por la Esperanza: Repensando el cielo, la resurrección, y la misión de la Iglesia. De Rob Bell el best-seller El amor gana sigue a Wright al poner el énfasis post-mortem sobre los cuerpos resucitados en el contexto de un nuevo cielo y una nueva tierra. Más recientemente Howard Snyder y Joel Scandrett, en Salvación significa creación sanada hacen una extensa discusión de que la salvación se enfoca no sólo sobre las almas y no sólo sobre la gente, sino que presenta la esperanza de una tierra nueva y transformada…

La esperanza escatológica de reencarnación y una tierra renovada no pertenece sólo a Pablo. Segunda de Pedro 3: 13 dice que “de acuerdo con esta promesa [de Dios], nosotros esperamos nuevos cielos y una nueva tierra, en donde la justicia esté en casa.” Y por supuesto están los capítulos 21 y 22 de Apocalipsis, en los cuales el vidente contempla “un nuevo cielo y una nueva tierra; pues el primer cielo y la primera tierra habían pasado” (21: 1) y se enfoca en una resplandeciente Nueva Jerusalén, dentro de la cual las naciones procederán por la luz del cordero y le ofrecerán todas sus glorias (22: 23-24).

Tales textos sugieren que la nueva opinión no es tan nueva sino que es ciertamente una recuperación de una vieja y más decididamente bíblica opinión de la muerte y la vida después. http://www.christiancentury.org/article/2012-05/life-after-life-after-death

No hay duda de que los primeros cristianos no enseñaban que los creyentes iban al cielo después de la muerte, sino que en su lugar enseñaban que ellos serían parte del reino de Dios. Vea también ¿Enseñaban los primeros cristianos que ellos irían al cielo?

Un documento anónimo, probablemente del siglo primero, a veces llamado I Clemente sostiene:

Los apóstoles recibieron el Evangelio para nosotros del Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado de Dios. Así entonces Cristo es de Dios, y los apóstoles son de Cristo. Ambos por lo tanto vinieron de la voluntad de Dios en el orden establecido. Habiendo por lo tanto recibido un cargo, y habiendo sido completamente asegurado a través de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo y confirmado en la palabra de Dios con plena seguridad del Espíritu Santo, ellos continuaron con las gratas noticias de que el reino de Dios debería venir. (42: 1-3).

Si bien él tiene un montón de opiniones heréticas, Justino Mártir (considerado ser un santo tanto por los Católicos y los Protestantes, pero no por aquellos de nosotros en la Iglesia de Dios) en el siglo segundo escribió:

“Pues yo escojo seguir no a hombres ni a doctrinas de hombres, sino a Dios y las doctrinas [entregadas] por Él. Pues si ustedes han caído con algunos que son llamados cristianos, pero que no admiten esta [verdad], y se aventuran a blasfemar del Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob; quienes dicen que no hay resurrección de los muertos, y que sus almas, cuando ellos mueren, son llevadas al cielo; no imaginen que ellos son cristianos” (Justino. Diálogo con Trypho. Capítulo 80).

Policarpo de Esmirna fue un primer líder cristiano, quien fue un discípulo de Juan, el último de los apóstoles originales en morir. Policarpo, alrededor de 110-135 D.C., enseñaba:

Sabiendo, entonces, que “de Dios nadie se burla”, nosotros debemos caminar dignamente de Su mandamiento y gloria… Pues está bien que ellos debieran ser cortados de los deseos que están en el mundo, puesto que “todo deseo combate contra el espíritu”; y ni los fornicarios, ni los afeminados, ni los abusadores de sí mismos con la humanidad, heredarán el reino de Dios”, ni aquellos que hacen cosas inconsistentes e inconvenientes. (Policarpo, Carta a los Filipenses, Capítulo V. De Padres Ante-Nicenos, Volumen 1, como editado por Alexander Roberts & James Donaldson. American Edition, 1885).

Aunque los filósofos griegos y el Mithraísmo enseñaban que irían al cielo (ver ¿Practica usted el Mithraísmo?), la realidad es que esto no era una enseñanza del Nuevo Testamento ni de los primeros que profesaban a Cristo. Debería anotarse que el Dr. Wright estaba en lo correcto en que los cristianos practicaban la no violencia (ver Servicio Militar y las Iglesias de Dios: ¿Participan los verdaderos cristianos en la guerra física?).

Sin embargo, puesto que el Mithraísmo era un culto militar, cuando un seguidor de Mithras en el siglo cuarto (el Emperador Romano Constantino, quien se oponía a temas que él consideraba ser judíos, ver ¿Celebraban los primeros cristianos la Pascua de Resurrección?) decidió intentar mezclar la religión de Mithras con el Catolicismo, la mayoría de quienes profesaban a Cristo entonces no sólo adoptaron la opinión del cielo, sino también la opinión de que el servicio militar en esta era era aceptable Servicio Militar y las Iglesias de Dios: ¿Participan los verdaderos cristianos en la guerra física?).

¿Cuál es el estado de los muertos?

Los muertos están actualmente en sus tumbas esperando una de las tres resurrecciones (ver ¿ Qué entendían los primeros cristianos acerca de la resurrección?)

Pero algunos todavía tienen preguntas.

El apóstol Pedro enseñaba algo relacionado en su sermón en el día de Pentecostés: “Hombres y hermanos, déjenme hablar libremente a ustedes del patriarca David, que él está tanto muerto como enterrado, y su tumba está con nosotros hasta este día… Pues David no ascendió a los cielos…” (Hechos 2: 29, 34).

Note que David no fue al cielo. Pedro, hablando muchos siglos después de la muerte de David, enseñaba que David todavía estaba en su tumba en donde había sido colocado después de muerto, y todavía estaba esperando la resurrección.

Esto difiere de la común y equivocada creencia de que personas como David fueron al cielo después de muertos o a la muerte y/o resurrección de Jesús.

Jesús mismo explicó, “Ninguno ha ascendido al cielo sino El que vino del cielo, esto es, el Hijo del Hombre que está en el cielo” (Juan 3: 13).

Así, sólo Jesús ha estado en el cielo.

Algunos pueden preguntarse ¿Qué están haciendo los muertos? Los muertos muertos están. Ellos simplemente están “durmiendo” en sus tumbas, inconscientes, esperando a ser llamados a la resurrección.

¿Qué sucederá a los cristianos cuando sean resucitados? El apóstol Pablo explica:

16 Porque el Señor mismo descenderá del cielo con aclamación, con voz de arcángel y con trompeta de Dios; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. (1 Tesalonicenses 4: 16-18).

La moderna doctrina de ir al cielo después de la muerte simplemente no era parte del primer cristianismo ni enseñada en el Nuevo Testamento.

La mayoría sabe muy poco acerca de la historia de la primera iglesia o de dónde vinieron sus doctrinas –y lo que muchos piensan que ellos saben está nublado por desinformación y concepciones equivocadas.

Pero aquellos dispuestos a ser llamados y conducidos por Dios pueden encontrar la verdad en la Biblia y los registros dispersos de la historia de la primera iglesia.

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